Una aventura de "indianos"

Sebastià Soler i Miró llegó a Chile en 1868 proveniente de Vilanova i la Geltrú (Catalunya) y al cabo de diez años se estableció en Iquique (aún Perú hasta la Guerra del Pacífico). En aquel momento poseía dos barcos (Cristóbal Soler y Ricart Soler) unos de los cuales se hundió en la bahía de Iquique.

Su actividad comercial se centró en la construcción de edificios y casas, a la compra de maderas en San Francisco de California, y a la construcción de barcos y venta de maderas elaboradas.

Hay que hacer notar que los barcos que se marchaban de Iquique cargados de salitre (nitrato de Chile) hacia California aprovechaban su retorno para traer una madera muy valorada, el pino de Oregon, que les servía de lastre para los barcos y que permitía construir casas de madera de mucha calidad. Todavía hoy se mantienen muchas de las casas de aquella época donde destaca la buena calidad y conservación del pino de Oregon.

Cuando fueron transportados los restos de Prat y Serrano, héroes de la Guerra del Pacífico, desde el cementerio Nº. 1 en la Catedral, los ataúdes serían transportados en unas hermosas carrozas confeccionadas por "Soler Hermanos", que fueron dadas posteriormente a la Compañía de Bomberos Iberia Núm.1. En 1888 esta empresa ganó la propuesta para construir el Teatro Municipal de Iquique, en la plaza Arturo Prat, edificio que desde 1987 está reconocido como monumento nacional.

Soler i Miró también participó en la construcción del edificio para el Casino Español de Iquique, inaugurado en 1904. Y cuando se reconstruyó el Mausoleo de la Beneficencia Española de Iquique, hizo donación del forjado de hierro para la puerta de entrada en el sarcófago.

De vuelta en su ciudad natal, hizo construir Can Pahissa (ved foto adjunta), que es el edificio modernista más notable de Vilanova i la Geltrú. Fue construido entre 1916 y 1921 promovido por Sebastià Soler Miró, de vuelta de Chile donde se había enriquecido entre otros con el comercio de guano. Es espectacular el vestíbulo, con una composición de fantasía basada en formas sinuosas y ovoides, así como los vitrales policromos del tragaluz del salón o el jardín, con su mirador rocalloso donde figura el nombre del propietario. Los fondos familiares están depositados en el Arxivo Comarcal del Garraf.

Desde el año 1984, este edificio se convirtió en la Residencia de Ancianos municipal. Quien escribe estas líneas ocupó, como Concejal del Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú, la responsabilidad de este casal entre los años 1995 y 1999, teniendo que dedicar una especial atención al mantenimiento del edificio, en diálogo con los colectivos de usuarios y usuarias del casal..

Poder pasear entre edificios construidos en Iquique por Soler i Miró nos ha permitido recuperar de la memoria una parte de la historia que nos une a los países de más allà del 'charco' a partir de aquéllos emprendedores que fueron a hacer las américas, los que en nuestro país son conocidos por 'indianos' y que -los que pudieron volver con la riqueza acumulada- hicieron aportaciones sustanciales a la arquitectura y a las comunidades de poblaciones como Vilanova i la Geltrú, Sitges, y muchas de la comarca de Maresme y otras.