La mayoría de las lavadoras, sino todas, vienen con solo un tambor donde echar toda la ropa. ¿Qué pasaría si hubieran dos? Bueno, la respuesta es bien simple: esta lavadora conceptual que divide la lavandería en dos partes. La primera para la ropa común, mientras que la segunda es bastante más pequeña, ubicada en la puerta de la máquina y que ofrece un lavado mucho más delicado para toda esa ropa que hay que tratar con cuidado. Y aparte de ahorrar agua, se pueden lavar dos cargas en un solo ciclo, lo que no está para nada mal. Quizás el único pero es que una lavadora de este tipo no ocuparía muy poco espacio físico.
Chen Shungi, que habita en Jingiiang, una ciudad con nivel de condado en la provincia de Jiangsu, China, situada en la orilla norte del río Yangté, es un inventor aficionado y manitas por antonomasia capaz del arreglo más inverosímil, que un buen día, allá por el año 2002, comenzó a trabajar en la construcción de dos coches alimentados por paneles solares, con la esperanza cierta de crear unos vehículos sin un ápice de huellas de CO2, y a fe que lo consiguió.
El primer vehículo fue acabado en al año 2008 (año de la Rata -Tzu- en el horóscopo chino que es el primero de los doce animales o ramas terrestres) y a pesar de su apariencia poco pulida, se las arregló para correr a una velocidad máxima de 45 km/hora solo con energía solar. El techo y el capó estaban totalmente cubiertos de paneles solares fotovoltaicos, pero sin la batería, por lo que sólo podía ser utilizado en días muy soleados.
Chen, inquieto como el solo, regresó a su mesa de trabajo con la esperanza de mejorar su creación de manera que pudiera ser utilizado también en los días nublados, y poco después, trás certeros masajes a sus neuronas con el pensamiento, dió a conocer su segundo coche que, por cierto, tenía un aspecto totalmente nuevo ("¿Por qué nos fabricas unos pocos para venderlos a los vecinos?", dijo su esposa como si se tratara de pelar patatas), y en esta ocasión llevaba incorporada una batería solar que garantizaba la suficiente energía para un viaje de 150 kilómetros. Esta nueva versión tenía una velocidad máxima de 60 Km/hora.
Estos dos coches eléctricos han supuesto al bueno de Chen una inversión de 74.943 dólares USA (54.000 euros) por las dos unidades, pero si dobla su producción (4 unidades) podría bajar considerablemente el costo, además de bajar las emisiones de CO2 de su ciudad que buena falta hace. Ya podrían aprender de Chen, estos pardillo de Honda, General Motor, Toyota y otros
Estos nuevos camiones estarán equipados con un motor Cummins Westport ISL G que puede funcionar con gas natural o biogás generado en los vertederos locales en torno a la ciudad de Toronto. De momento se trata de un programa piloto que forma parte del Plan Verde de la Flota de Camiones de Basura de Toronto. Los desarrolladores opinan que en un futuro próximo, los camiones podrían incluso funcionar con los desechos orgánicos que recogen en las distintas paradas de la ciudad.
Si realmente queremos una tierra limpia como una patena, tenemos que poner algo de imaginación y mucha voluntad de servicio a los demás, y preparar el camino para que las futuras generaciones no se encuentren el estercolero que desgraciadamente vemos en muchos puntos del planeta.
Nota: agraïm aquest contingut a David Ferré Gutiérrez
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada