31.10.07
Irresponsabilidad social manifiesta
No podemos dejar de referirnos a las obras del Tren de Gran (?) Velocidad, ya que es todo un caso digno de análisis desde el punto de vista de la materia que tratamos en este think tank.
Tres nuevas noticias que nos permitirán trabajarlo como un 'caso' en ámbitos formativos y de reflexión sobre la RSE ...
a) La ministra ocultó que construía una estación en el Prat. Es decir, la estación del Prat en vez de Sants que se planteó hace unos días como solución ante la crisis, no era una propuesta sino que ya era una realidad: se estaba construyendo. Mejor dicho, se está construyendo ya que hoy, aunque han dicho que la desmontarán, los obreros todavía la estaban levantando. En un caso de manifiesta ISC (Irresponsabilidad Social Corporativa) y de deslealtad institucional, la ministra no había informado ni al Ayuntamiento del Prat, ni al de Barcelona, ni al Gobierno catalán.
Consciente de que los boquetes hacían imposible terminar la obra, hace unos 20 días que dio la orden secreta de construir esta estación y descartó la entrada a Barcelona de momento. Todo con un objetivo: poder cortar la cinta inaugural el día 21 de diciembre, el día antes del Gordo (Lotería). ¡Pues esto si que es gordo!
b) Los obreros trabajan meses sin ningún descanso. La madre de un trabajador de las obras del TGV, que ha intervenido en el programa Els matins de TV3, ha denunciado que su hijo trabaja doce horas diarias sin descanso semanal como encofrador a las obras del AVE en el Prat. También ha explicado que estos trabajadores "no tienen vida familiar y no trabajan con todas las facultades debido al estrés" que sufren y ha añadido que este ritmo laboral "no lo aguanta nadie y hace meses que trabaja a este ritmo". Por último, ha dicho que "yo me levanto por la mañana y mi sufrir es: no han llamado, no ha pasado nada", en referencia a que las obras del tren de alta velocidad ya se ha cobrado trece vidas hasta el momento. Ver video madre de trabajador
c) Aunque se ha dicho (finalmente) que la seguridad tiene que pasar por encima de las prisas, las medidas de seguridad son nulas y cualquier sujeto con malas intenciones, en medio de este desbarajuste, podría entrar dentro del recinto de las obras y hacer cualquier burrada. La prueba es que un reportero de Catalunya Ràdio (la radio nacional de Catalunya, dependiente del gobierno catalán), sin 'experiencia' en peripecias de este tipo y sencillamente tirando p'alante, entró dentro de las obras, filmó durante tres cuartos de hora, saludó a la gente que había, e incluso hizo ver que trabajaba ... "Todo el mundo me vio, no me dijeron nada y lo más alarmante es que podía haber entrado con una mochila y con otras intenciones", denuncia al periodista. Ver el video del periodista
Nos preguntamos con gran tristeza si es posible pedir desde los gobiernos que las empresas actúen responsablemente cuándo el sector público (con nombres bien concretos) está actuando de manera que vulnera principios básicos de la RSE. ¿Conciliación? ¿Seguridad? ¿Derechos humanos? ¿Impacto económico en el territorio? ¿Impacto social? ¿Diálogo con los stakeholders?
¿Podemos pedir a las empresas que exijan y controlen unas condiciones laborales a lo largo de la cadena de subcontratación cuándo vemos este espectáculo, el cual solamente se justifica por una triste y lamentable fecha?
Tres nuevas noticias que nos permitirán trabajarlo como un 'caso' en ámbitos formativos y de reflexión sobre la RSE ...
a) La ministra ocultó que construía una estación en el Prat. Es decir, la estación del Prat en vez de Sants que se planteó hace unos días como solución ante la crisis, no era una propuesta sino que ya era una realidad: se estaba construyendo. Mejor dicho, se está construyendo ya que hoy, aunque han dicho que la desmontarán, los obreros todavía la estaban levantando. En un caso de manifiesta ISC (Irresponsabilidad Social Corporativa) y de deslealtad institucional, la ministra no había informado ni al Ayuntamiento del Prat, ni al de Barcelona, ni al Gobierno catalán.
Consciente de que los boquetes hacían imposible terminar la obra, hace unos 20 días que dio la orden secreta de construir esta estación y descartó la entrada a Barcelona de momento. Todo con un objetivo: poder cortar la cinta inaugural el día 21 de diciembre, el día antes del Gordo (Lotería). ¡Pues esto si que es gordo!
b) Los obreros trabajan meses sin ningún descanso. La madre de un trabajador de las obras del TGV, que ha intervenido en el programa Els matins de TV3, ha denunciado que su hijo trabaja doce horas diarias sin descanso semanal como encofrador a las obras del AVE en el Prat. También ha explicado que estos trabajadores "no tienen vida familiar y no trabajan con todas las facultades debido al estrés" que sufren y ha añadido que este ritmo laboral "no lo aguanta nadie y hace meses que trabaja a este ritmo". Por último, ha dicho que "yo me levanto por la mañana y mi sufrir es: no han llamado, no ha pasado nada", en referencia a que las obras del tren de alta velocidad ya se ha cobrado trece vidas hasta el momento. Ver video madre de trabajador
c) Aunque se ha dicho (finalmente) que la seguridad tiene que pasar por encima de las prisas, las medidas de seguridad son nulas y cualquier sujeto con malas intenciones, en medio de este desbarajuste, podría entrar dentro del recinto de las obras y hacer cualquier burrada. La prueba es que un reportero de Catalunya Ràdio (la radio nacional de Catalunya, dependiente del gobierno catalán), sin 'experiencia' en peripecias de este tipo y sencillamente tirando p'alante, entró dentro de las obras, filmó durante tres cuartos de hora, saludó a la gente que había, e incluso hizo ver que trabajaba ... "Todo el mundo me vio, no me dijeron nada y lo más alarmante es que podía haber entrado con una mochila y con otras intenciones", denuncia al periodista. Ver el video del periodista
Nos preguntamos con gran tristeza si es posible pedir desde los gobiernos que las empresas actúen responsablemente cuándo el sector público (con nombres bien concretos) está actuando de manera que vulnera principios básicos de la RSE. ¿Conciliación? ¿Seguridad? ¿Derechos humanos? ¿Impacto económico en el territorio? ¿Impacto social? ¿Diálogo con los stakeholders?
¿Podemos pedir a las empresas que exijan y controlen unas condiciones laborales a lo largo de la cadena de subcontratación cuándo vemos este espectáculo, el cual solamente se justifica por una triste y lamentable fecha?
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