La descripción del grupo dice: "Son muchos los países, en especial los anglosajones pero no sólo, donde el apellido de la esposa cambia al casarse. ¿Y eso? Es cierto que cada vez más en muchos países las leyes ya permiten mantener el apellido real, y en los latinos intercambiar entre primer y segundo apellidos. Pero el mundo mediático sigue practicando esta costumbre arcaica. ¡No más! ¿Cuál es el apellido real de Marge?"
Bien, la propuesta del apellido que le pongan me importa muy poco. Es un divertimento. Pero el trasfondo sí me interesa. En un artículo decía:
Tener que cambiar el nombre en el momento de casarse es una práctica incomprensible hoy día y absolutamente indigna, aunque las propias afectadas de muchos países no lo reconozcan así. Tampoco lo reconocen las musulmanas obligadas cultural y religiosamente a llevar el velo. Hice un artículo titulado "¿Hillary Clinton ...? ¡Pues Bill Rodham!"Desgraciadamente, algunas denuncias sólo tienen prédica cuando presuponen que la conculcación de derechos humanos se produce en países poco desarrollados; pero suenan extrañas y no se les da suficiente atención cuando se dirigen a los países más desarrollados.
Por ejemplo: ¿cómo reaccionaría el staff del Global Reporting Initiative (GRI) si les proponemos que entre los aspectos relacionados con la igualdad, se valorara que las empresas mostraran una acción proactiva hacia la no pérdida de la identidad/dignidad personal de las mujeres de países donde se lleva a cabo este cambio de apellido?
PD: A lo mejor tenemos que empezar a formular alguna propuesta global en este sentido. Yo hace tiempo que remarco la "y" entre mis 2 apellidos como muestra no sólo de catalanidad sino de igualdad o equivalencia entre ambos. Y haciendo constar siempre que puedo los dos apellidos (paterno y materno). Tener una identidad (como una nacionalidad) es un derecho humano. Pronto lo será tener una identidad digital! Y algunos países aún fomentan o toleran que las identidades personales se pierdan por razón de género!
3 comentaris:
Ya puestos, exige que el apellido de la madre aparezca primero, no?
De verdad que alucino. Que obsesión por querer involucrar a las empresas en aspectos que no les competen. Es un tema social, y político, no empresarial.
Por otra parte, no es solo la cultura anglosajana, en japon sucede lo mismo, y en otras culturas, y que yo sepa alli no se ha levantado ningun debate en este sentido, además de no ser un tema de "máxima preocupación", que yo sepa.
En cuanto al orden de los apellidos, debe ser una decisión individual, y por tanto no sería objecto de crítica ni nada que tenga a ver con las empresas.
Es cierto que no sólo es una mala práctica anglosajona, pero lo confrontaba sobretodo con este entorno cultural no sólo por su carácter dominante sino porque en ocasiones se siente el punto de referencia, el centro del mundo (como los occidentales en general nos lo sentimos pero de manera acentuada). El hecho de que objetivamente nos lleven ventaja en muchas materias como la igualdad hace que en ocasiones no se manifiesten los aspectos de RS en que tienen malas prácticas.
Finalmente, éste no es de entrada una materia empresarial. Es como dices un tema social y político. No es pues un peso de debamos hacer recaer en la empresa. Pero puede haber algunas empresas que estén más abiertas a intervenir proactivamente en retos de la sociedad, en aspectos incluso donde la política ha fracasado o ha enquistado los problemas. No es pues una exigencia a las empresas. Es una oportunidad para algunas que quieran ejercer un papel.
Una empresa occidental que intente que su delegación en un país árabe tenga mujeres directivas de manera equitativa puede que esté forzando una situación contra la cultura dominante, pero si considera que forma parte de los derechos humanos y laborales internacionales está muy bien que sea proactiva. Los riesgos tambien son oportunidades: quizás cuando esa sociedad vaya progresando, esa empresa va a gozar del reconocimiento de ciertos sectores, y va a captar las mejores profesionales de su mercado...
De la misma manera, una empresa que considere que el cambio de apellido es una práctica cultural que no considera con suficiente respecto a las mujeres, podría sugerir que se mantuviera el apellido personal. Cuando en el futuro se vaya cambiando esa práctica discriminatoria quizá esa empresa se verá favorecida por su visión avanzada, valiente y proactiva.
El problema que 'denunciábamos' es que a menudo vemos más normal ejercer desde la empresa una acción que ponga en tela de uicio las prácticas de culturas consideradas como 'inferiores' y no sobre las que se consideran como 'superiores', en una clasificación no suscribo pero que forma parte de cierto inconsciente colectivo.
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