Las declaraciones del presidente español Rajoy diciendo que " los estados pequeños no cuentan para nada "traen cola. Obviamente de declaraciones y contradeclaraciones políticas. Pero también sobre el modelo de civilización que tiene este señor, que todavía debe pensar en términos imperiales. La consecuencia de sus declaraciones es que los que pertenecemos a naciones pequeñas deberíamos estar apenados, quién sabe si avergonzados, y casi deberíamos pedir ser absorbidos por alguna nación que por su tamaño fuera más digna. La estupidez de Rajoy no tiene límites y sería ofensiva para muchas naciones del mundo, si no fuera porque nadie le prestará atención, porque él es bien insignificante. En todo caso, nos preguntamos si la lógica de su argumento podría llevar a justificar las anexiones de países o la eliminación de las formas nacionales más pequeñas. De hecho, lo que su ideario pretende respecto a las diversas naciones que integran el estado español es exactamente eso: hacerlas desaparecer.
Como dice Terribas: La cuestión es: ¿por qué Rajoy utiliza el concepto "no contar para nada" ? Rajoy lo vería diferente si pensara en los estados no como estructuras políticas y de influencia internacional, sino de servicio de puertas adentro. Entonces el tamaño es relativo, porque la pregunta es: ¿por qué los estados no han servido para garantizar el bienestar de la gente que vive?
Mas responde a Rajoy: "Los países pequeños viven mejor". El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha respondido que "normalmente" los países de menor tamaño, como Suiza, Suecia, Dinamarca, Austria y Finlandia, son más competitivos y ofrecen una mayor calidad de vida. "España es un país grande pero tiene un 27% de paro. Austria es un país pequeño y tiene un 4%, quizás el tamaño te da más poder pero no hace que la gente viva mejor", ha asegurado Mas. Rajoy había afirmado que "para estar en Europa con fuerza se necesita ser grande. Los pequeños no cuentan. No cuentan nada". El conseller de Justicia, Germà Gordó, ha reivindicando que Europa "no sería plena sin los países pequeños y naciones como Cataluña":
"Europa no sería plena sin los pequeños". Gordó ha apostado por que Catalunya sea una nación-estado dentro de Europa: "Un territorio en el que la gente participe y la administración deje participar, y donde se encuentren fórmulas de cooperación para hacer más viable el Estado del Bienestar y la democracia". El titular de Justicia ha remarcado que la marca Catalunya no solo consiste en lengua, identidad e historia, sino también "en el tejido de la sociedad civil, las asociaciones profesionales, gremios, patronales, sindicatos, lonjas, colegios, entidades, agrupaciones y fundaciones".El profesor Xavier Sala-i-Martín también entra en el debate aportando algunos datos, en su artículo "La influencia de los estados pequeños":
[...] Comparemos esas cifras con Finlandia (no lo hago con la Luxemburgo de Viviane Reding o el Portugal del presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso para no hacer reír a los lectores). Tiene 5,3 millones de habitantes, es decir, el 1% de la población europea. Ese 1% de la población tiene...Lo que dice Lucena. Paralelamente, en una entrevista en el canal 3/24, el portavoz parlamentario del PSC daba la razón a Rajoy en esta cuestión. Para Mauricio Lucena, "Es clarísimo que los países pequeños tienen una influencia de segunda derivada". "Las grandes decisiones en Europa las toman los países grandes. Las decisiones importantes que tienen que ver con la política económica, con la seguridad, la política exterior, con el BCN... deberíamos asumir que tendríamos una influencia muy limitada" , añadió. Respecto a la entrevista al Sr.. Lucena, he hecho las siguientes tweets twitter (en orden inverso):
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