Las palabras investigación, liderazgo, disrupción e innovación se escuchan habitualmente en los pasillos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), una de las instituciones científicas más importantes del mundo. Ahora los líderes del MIT Media Lab, un centro de investigación interdisciplinar dentro de MIT, quieren añadir otro vocablo al léxico de la institución: desobediencia.
Según Joi Ito, director del MIT Media Lab, es necesario incluir este término porque en ocasiones solo es posible avanzar rompiendo algunas normas: “No puedes cambiar el mundo siendo obediente”. Por ello han creado un premio llamado MIT Media Lab Disobedience Award con el que recompensarán con 250.000 dólares a una persona o grupo que ejerza la “desobediencia constructiva”, que es aquella que “se realiza de manera ética y responsable y conlleva un impacto social positivo”. El premio, abierto a disciplinas tan diversas como la investigación científica, innovación tecnológica, derechos civiles, libertad de expresión o derechos humanos, será financiado por Reid Hoffman, cofundador y director ejecutivo de Linkedin. Se podrá nominar a “cualquier persona viva o grupo que esté o haya estado implicado en actos de desobediencia responsable, honrada y ética a la autoridad con el objetivo de beneficiar a la sociedad”. También se recuerda que no se trata de apoyar actos de violencia, terrorismo o comportamientos irresponsables y que “el principal objetivo del premio es el impacto social positivo”
Han indicado que con este premio no se desea animar a la gente a una desobediencia injustificada, sino que “hay ocasiones en las que debemos hacer caso a nuestros principios y valorar si las leyes o reglas son justas o deben ser cuestionadas”. Han vaticinado que el ganador del premio será “aquella persona que mejor nos ayude a entender cuándo tiene sentido ser desobediente”. [más info en El País]
We are now accepting nominations for the first-ever MIT Media Lab Disobedience Award, which carries a $250,000 cash prize, no strings attached.
This award will go to a person or group engaged in what we believe is an extraordinary example of disobedience for the benefit of society.
What does this mean? Societies and institutions lean toward order and away from chaos. While necessary for functioning, structure can also stifle creativity, flexibility, and productive change–and ultimately, society's health and sustainability. This is true from academia, to corporations, governments, the sciences, and our local communities.
With this award, we honor work that impacts society in positive ways, and is consistent with a set of key principles. These principles include non-violence, creativity, courage, and taking responsibility for one’s actions. This disobedience is not limited to specific disciplines; examples include scientific research, civil rights, freedom of speech, human rights, and the freedom to innovate.
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