Conflictos en la minería (2): ambientales y fiscales

Dos malas prácticas del sector minero, como ejemplos de lo que hemos podido conocer:

1) Las regiones más ricas en cobre son las del norte, que al mismo tiempo son las más desérticas. Una ciudad como Iquique (capital de la región de Tarapacá), que está creciendo territorialmente hasta los límites que le permite la montaña, necesita cada vez más agua, la cual proviene de ríos subterráneos procedentes de la cordillera de los Andes y que deben transcurrir bajo las zonas desérticas. La industria minera utiliza una gran cantidad de agua potable (el agua marina no les va bien) para desplazar el material extraído como la mina, una vez molida, a través de grandes tuberías. Este sistema abarata el transporte pero deja el agua inservible para uso humano y supone una amenaza seria de sostenibilidad de los acuíferos de la zona.

2) Las empresas mineras tendrían que dejar importantes retornos para el fisco chileno, pero en cierta ocasión 'descubrieron' que no siempre era así. Es el caso de una compañía que año tras año había tenido resultados negativos, fruto de la ingeniería fiscal, montada como filial de una compañía que le cargaba múltiples gastos para evitar que tributara encima de los beneficios. Esta actitud de irresponsabilidad corporativa y fraude legal tuvo como efecto que se creara el 'royalty', un pago que tienen que hacer al margen de los resultados y que después se compensa con los impuestos pagados efectivamente.

Fijaos en un párrafo del artículo "La minería en Perú y Chile es uno de los negocios mas rentables del mundo (y II)" de Roger Evangelista Sánchez: Cuando el 24 de junio de 2004 se aprobó la Ley de Regalía Minera en Perú, precalificaron 14 empresas en la licitación del yacimiento de Cobre Las Bambas y aceptaron pagar la regalía mínima de 2%. Se retiraron cuatro compañías por motivos ajenos al royalty. De las 61 empresas mineras peruanas, sólo 29 pagaron el Impuesto General a las Ventas (IGV) en el año 2000, según el Ministerio de Energía y Minas de Perú (MEM) y después de 20 meses, las regiones reciben el 0,72% del valor de las exportaciones como canon.