8.5.12

"Si tienes cojones, dímelo a la cara"

El presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura ha citado al alcalde de Barcelona al ring. La afirmación de "si tienes cojones, dímelo a la cara", seguida de "yo voy donde me diga" es una invitación a convertir la política y los Parlamentos directamente en un torneo de bofetadas.

Sinceramente, pienso que una persona que hace una afirmación como ésta debería dejar la actividad política de manera inmediata. Es impresentable. Supongo que no lo ha dicho todo en castellano porque hubiera sido demasiado evidente y la utilización parcial del catalán ("si tens collons") desvía la contundencia de la afrenta.
El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, ha desafiado al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y le ha dicho que "si ten collons, dímelo a la cara", en referencia a las declaraciones del último en las que afirma que el AVE extremeño es una "catástrofe". Además, califica a Trías de político "antiguo" y "trasnochado".



La pregunta a hacerse es por qué nadie en España saltará a criticarlo. No se me ocurre ningún otro razonamiento que el racismo contra los catalanes que tiene orígenes de hace cinco siglos y que en los últimos años ha aumentado de manera muy relevante. ¿Lo hablamos?
En todo caso caso, las formas no deberían hacernos perder el fondo, ya que ésta es la intencionalidad de las declaraciones.
El alcalde de Barcelona ha esgrimido unos argumentos de manera impecable y que no han obtenido ninguna respuesta racional. La polemica arranca de una entrevista que hicieron a Trias en Catalunya Informació est domingo. Además de repasar la actualidad municipal, el alcalde se quejó de que infraestructuras que afectan, por ejemplo, el futuro del puerto, estén paradas por falta de inversión y, en cambio, el Estado invierte dinero público a hacer llegar el AVE a Extremadura. "Que se gasten dinero en cosas que desde el punto de vista coste-beneficio son una catástrofe... llevar el AVE a Extremadura es un desastre, Portugal ya ha dicho que no piensa enlazarlo, y que yo tenga problemas para que me hagan una estación o el tema más importante que tiene Barcelona, que es la salida de las mercancías del puerto...", dijo. I concluyó: "La gente no lo entiende".

Lo expresaré yo de manera más clara: las inversiones que el estado español ha hecho en alta velocidad sólo se deben a una paranoia nacionalista fuera del sentido común, pagadas con dinero que no se tiene, y dejando como herencia unas infraestructuras absolutamente insostenibles, que no se podrán mantener y que son absolutamente ineficientes. Con la situación de crisis a fecha de 2012 es aún más imperdonable que se estén manteniendo estas inversiones y no las políticas sociales o las inversiones que sí han de permitir el relanzamiento económico. De hecho, no hacer las inversiones estratégicas vinculadas con la economía real, como las que afectan el corredor mediterráneo y las conexiones del Port de Barcelona, ​​supone un riesgo enorme de pérdida de oportunidades.
Cuando se da el caso de que Portugal ya ha anunciado que no piensa conectar la línea, todo ello hace reír por no llorar. El nacionalismo español, con la complicidad diría que absoluta de su sociedad civil, acepta que la "vertebración nacional" es una prioridad por encima del desarrollo económico y la salida de la crisis. Y cada vez se ve más claro que hay como sea hundir la economía catalana en previsión de los procesos de secesión que se apuntan.
Hemos hablado en otras ocasiones del corredor central y de las implicaciones económicas, empresariales, políticas, y ecológicas. Hace poco este artículo:
  • 23.3.12 La motivación 'central' del corredor central. Hemos hablado en algunas ocasiones de los corredores ferroviarios que deben unir la península Ibérica con el resto del continente europeo. Hoy está justificado que lo volvamos a hacer, pero sin pelos en la lengua.
Entre cosas decía:
  • Un extraterrestre caído del cielo no podría comprender cómo es posible planificar las infraestructuras españolas con criterios tan ineficientes, lo que no viene de ahora sino de hace lustros e incluso siglos. El motivo está estudiado: la voluntad de utilizar las inversiones en infraestructuras como instrumento para la vertebración de España. Estas son las palabras, pero no costaría ir más allá en la interpretación y captar la voluntad de construir la nación española desde el Estado. Es sencillamente un proyecto nacionalista que pagamos todos, e incluso el resto de europeos. 
Otras reflexiones sobre el tema (en catalán):
7.9.11 El corredor ferroviari Mediterrani en perill
17.12.10 La política de gran velocitat del govern espanyol desfigura el país
3.12.10 L'Arc Mediterrani desembarca a Brussel·les
18.4.10 Els viatgers europeus no poden travessar els Pirineus amb alta velocitat