25.8.11

El manager obsessiu (II)


Fa un parell de dies, vaig parlar del manager obsessiu, referint-me a l'inefable #Mourinho. I vaig centrar-me en els esdeveniments recents de la final de la Supercopa.

Per a entendre la mentalitat obsessiva i crec que malaltissa de l'entrenador portuguès ens pot fer servei conèixer què va passar en un dels darrers enfrontaments Madrid-Barça de la temporada passada.

Diego Torres i el diari El País es van encarregar de realitzar la prèvia del xoc entre els dos equips des de les pàgines del diari de Prisa a la seva manera. Així doncs, el periodista argentí signava una informació - El bany de Red Bull - que no va deixar indiferent a ningú. En la mateixa, Torres rememora els 'clàssics' jugats la temporada passada. En concret el del partit de Lliga del 17 d'abril, on assegura que Mourinho va entrar en còlera quan va constatar que hores abans de la trobada un mitjà de comunicació anunciava la titularitat de Pepe en el medi centre, secret que havia exigit mantenir la seva plantilla:


"¡Sois unos traidores!", gritaba. "¡Os pedí que no filtraseis la alineación y me habéis traicionado! ¡Se nota que no estáis conmigo!"
"Los jugadores nunca le habían visto tan angustiado. Según dicen los testigos, no paraba de insultarlos. Repasó uno por uno a los que tenía a su alrededor. Cuando se encontró con la cara de Granero, que se desvive por halagarlo, le señaló. Según un empleado del club, dijo algo así: 'El único amigo que tengo en este vestuario es Granero. ¡Pero ya ni me puedo fiar de él!¡Me habéis dejado solo !¡Sois la plantilla más traidora que he tenido en mi vida!'".
"Presa de una emoción intensísima, Mourinho cogió una lata de Red Bull y la arrojó contra la pared. Al estrellarse, el recipiente se partió y liberó el líquido gaseoso con un efecto de lluvia. Bañados con esta bebida energética con sabor a frutos del bosque, azúcar y cafeína, algunos jugadores se quedaron perplejos".

No serà gens fàcil de gestionar un conflicte de valors que afecta la coherència i la dignitat de la institució i que s'està ventilant pràcticament online per a tot el món. Ara mateix, sabem que Iker Casillas ha convocat un sopar amb els internacionals blaugranes per fer les paus, segons Esport3. Però els esforços conciliadors del porter blanc no haurien agradat gens a Mourinho, que estaria enfadat amb Casillas per la trucada a Xavi i Puyol. I per altra banda, les penyes del Madrid donaran el seu suport públic a José Mourinho, segons informa el periodista Tomas Roncero del diari As.

Aquí teniu un extracte de l'article al País:
El baño de Red Bull
Las últimas visitas del Barça al Bernabéu provocaron situaciones violentas de consecuencias todavía impredecibles
DIEGO TORRES - Madrid - 14/08/2011

Las noches del 17 y el 27 de abril, fechas del clásico de la Liga y la ida de las semifinales de la Champions, los vestuarios del Bernabéu, con sus pasillos y sus zonas de paso, fueron el escenario de algunos de los momentos más tensos de la historia reciente del fútbol español. Hoy el Barça regresa al lugar en el que comenzó a abrirse la brecha que afecta a la selección española en un clima de zozobra que condicionó particularmente a José Mourinho, el entrenador madridista. Como cuando descubrió, a las 17.00 horas de la tarde del día del partido de Liga que en una cadena de televisión se anunciaba el secreto que había exigido mantener a sus jugadores a toda costa: la alineación de Pepe como medio centro, junto a Alonso y Khedira.

El partido acabó 1-1. El público abandonó las gradas, en general, con una mezcla de resignación y alivio a pesar de que el resultado sellaba el campeonato a favor del Barça. La complacencia de la muchedumbre contrastó con lo que se encontraron los jugadores al entrar al vestuario. Ahí estaba Mourinho convocando una reunión con ademanes nerviosos. "¡Sois unos traidores!", gritaba. "¡Os pedí que no filtraseis la alineación y me habéis traicionado! ¡Se nota que no estáis conmigo!".

Los jugadores nunca le habían visto tan angustiados. Según dicen los testigos, no paraba de insultarlos. Repasó uno por uno a los que tenía a su alrededor. Cuando se encontró con la cara de Granero, que se desvive por halagarlo, le señaló. Según un empleado del club, dijo algo así: "El único amigo que tengo en este vestuario es Granero. ¡Pero ya ni me puedo fiar de él! ¡Me habéis dejado solo! ¡Sois la plantilla más traidora que he tenido en mi vida!".

Presa de una emoción intensísima, Mourinho cogió una lata de Red Bull y la arrojó contra la pared. Al estrellarse, el recipiente se partió y liberó el líquido gaseoso con un efecto de lluvia. Bañados con esta bebida energética con sabor a frutos del bosque, azúcar y cafeína, algunos jugadores se quedaron perplejos. Otros lo observaron con indiferencia. Casillas se fue a las duchas junto con otros españoles. Abatido como parecía, el entrenador se inclinó y clavó una rodilla en el suelo y emitió un llanto desconsolado. Luego, se levantó, se enjuagó los ojos y les aseguró a todos, entre sollozos, que hablaría con el presidente, Florentino Pérez, y con el director general ejecutivo, José Ángel Sánchez, que tenía medios para descubrir al culpable y que, una vez descubierto, emprendería represalias.

En palabras de uno de los asistentes, Mourinho hizo una analogía entre la guerra y el fútbol: "Si yo estoy en Vietnam y veo que se ríen de un compañero, con mis propias manos cojo una pistola y mato al culpable. Ahora sois vosotros los que tenéis que buscar al que ha filtrado la alineación". [continuar notícia el País]