Josep Maria Canyelles ha creado uno de los dilemas de debate y es, junto con diez consultores más, uno de los impulsores del grupo y del Código deontológico
Los consultores de RSE cara a cara con dilemas éticos para mejorar su cometido
• Un año después de la presentación del Código Deontológico de los profesionales en Consultoría de RSE, el grupo impulsor ha organizado una jornada participativa donde los dilemas éticos han sido los protagonistas.
• Con representación de todos los grupos de interés, se ha constatado el necesario cambio organizacional y cultural de las personas que forman parte de las empresas y los propios consultores para que juntos asuman compromisos responsables.
• Si el Código se puede entender como el mecanismo óptimo para garantizar este compromiso, la pedagogía y el diálogo entre las partes y el trabajo del consultor es la herramienta indiscutible para que la RSE se legitime internamente a las compañías.
Barcelona, 24 de marzo de 2015.- Esta mañana Palau Macaya de la Obra Social “la Caixa” ha acogido la Jornada Dilemas éticos en el ejercicio de la Responsabilidad Social & Sostenibilidad organizada por el grupo impulsor del Código Deontológico de los profesionales deConsultoría en RS&S. El grupo asistente ha contado con todos los grupos de interés tales como empresas, medios de comunicación, asociaciones, academia, administración pública y, incluso, estudiantes de máster de RSE.
La Jornada de carácter eminentemente participativa, ha organizado a los asistentes en 7 mesas de trabajo: cada mesa ha trabajado sobre uno de los 7 principios del código y ha tenido que proponer una solución ante una situación que planteaba un dilema ético a la figura del consultor.
Así, durante la primera hora, se han trabajado valores confrontados tales como instrumentalización de la RSE versus profesionalización, competencia frente excelencia, impacto económico a corto plazo versus bien común, pragmatismo versus integridad o imagen versus identidad, entre otros.
Durante la segunda parte de la sesión, se ha realizado la puesta en común de las soluciones a cada uno de los 7 dilemas con las siguientes conclusiones:
- La actividad profesional del consultor basada en un comportamiento ético genera confianza y contribuye al bien común, idea que queda reflejada al Código.
- La necesidad de trabajar en equipo empresas-consultores y la esencial tarea de los segundos en el acompañamiento hacia el excelencia empresarial.
- El compromiso de los consultores de cumplir con el código en pro de otorgar a la profesión la transparencia que se exige en el mundo de la empresa.
Estas premisas han sido además, corroboradas durante la intervención de Xavier Carbonell, Director de la Cátedra Mango de RSE, quien ha reflexionado sobre el valor de la ética en el ejercicio de la RSE desde el punto de vista de la empresa. En este sentido, Carbonell ha invitado a los consultores asistentes a ayudar a las empresas a concretar su RSE, pasando de la filosofía a la implementación en el día a día; a dimensionar el efecto y dar el alcance necesario de la RSE en la empresa; y a facilitar el conocimiento sobre qué es esto de la RSE. El consultor de RSE tiene que ser, según Carbonell, la figura capaz de convencer a la dirección de la empresa con el doble objetivo de legitimar su presencia en procesos estratégicos y la propia RSE.
Carbonell ha puesto el énfasis en tres aspectos clave para que la RSE se integre, se entienda y se implemente de manera real, transversal y a largo plazo y que ningún consultor puede dejar de asesorar cuando está en un proceso de trabajo dentro de una organización:
- Basar la RSE en aspectos de gestión sencilla. Si lo presentamos como un elemento de distorsión, incomprensible, que requiere de mucha burocracia y procedimientos internos, la RSE está destinada a quedarse cerrada a un cajón.
- No dejar nunca fuera a la cadena de producción así como tener muy en cuenta y como grupo de interés prioritario al empleado.
- Comunicación como elemento crucial: recordando que no todo es susceptible de ser comunicado pero que una RSE no comunicada es el mismo que no tenerla.
Carbonell ha cerrado su reflexión poniendo sobre la mesa el verdadero valor del consultor: tiene la experiencia directa del qué está sobre terreno.
La jornada ha finalizado invitando a los consultores asistentes a mejorar el actual Código Deontológico y a definir los pasos de futuro de esta iniciativa que nació con una actitud abierta e inclusiva, con la intención de que vaya desarrollándose y creciendo en colaboración con todos aquellos que quieran formar parte.
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