18.3.15

Un dilema ético para reflexionar sobre el comportamiento personal de los consultores de RSE

Me complace aportar el dilema que me ha tocado preparar para la Jornada sobre Dilemas Éticos el 24 de marzo de 2015 en Barcelona. Puede encontrar los otros en el siguiente enlace.

Principio 1
Comportarme de manera ética y con la máxima integridad. Mi comportamiento personal se regirá por la integridad y la coherencia con los valores propios de la ética y la RS&S.
Descripción de la situación
Un consultor presta los servicios en una organización especializada en asesoramiento a las empresas y él se ocupa de la especialidad de RSE.
Los compañeros, especialistas en otras materias, no ven la RSE más que como una área más de venta de servicios y no consideran necesario que la organización que presta los servicios de consultoría en RSE tenga que repercutir en la coherencia respecto al mensaje del RSE. De hecho, ni siquiera otorgan a este enfoque de gestión ninguna relevancia en el cambio organizacional de la clientela.
Cuando el consultor de RSE intenta pedir al equipo una mayor asunción de los principios de RSE, y que la ética forme parte del conjunto de la acción de la empresa, los compañeros le reprochan que ha hecho reformas particulares a su domicilio sin IVA, cosa que, a su entender, muestra que no se pueden sacar de contexto las cosas, y que la empresa puede prestar un servicio de gran calidad en  RSE, y que devuelva buenos márgenes económicos, sin necesidades de ser unos apóstoles, ni de tener la vida privada hipotecada al discurso de un mero producto comercial.
Dilema
El consultor, que es firmante del Código deontológico de la profesión, se encuentra ante un dilema. Puede entender y aceptaría de buen grado que el progreso de su organización en RSE fuera un proceso gradual. Pero los compañeros le han vallado el paso de pleno, no mostrando ningún interés en los compromisos de  RSE, y él no se ha visto capacitado para argumentar adecuadamente cuando le han mostrado la incoherencia respecto a su conducta particular.
Está pensando de relanzar la propuesta, mirando de no darle un sentido tan integral, puesto que quizás lo tomaron por demasiado integrista de la RSE! Ahora tratará que la empresa se limite a algunos compromisos en eco-eficiencia e igualdad de género, que son materias más fáciles de comprender, y siempre podrá justificar que incluso tienen un retorno económico para la empresa.
Aun así, tiene la sensación que rebajar tanto el planteamiento respecto al inicial se le puede girar en contra, puesto que puede aparentar una acción meramente cosmética. Por otro lado, tampoco se ve con fuerza de entrar en temas personales, que están al margen de la actividad profesional y que al fin y al cabo todo el mundo tiene sus cosas...
Valores en conflicto
Integridad versus pragmatismo
Autor: Josep Maria Canyelles