Se ha publicado un nuevo número de la revista "Contabilidad y dirección" dedicada en esta ocasión a las nuevas tendencias en gestión pública. Bases conceptuales y aplicaciones prácticas.En ella publican diversos autores, uno de los cuales es Josep Maria Canyelles, promotor de Responsabilitat Global, que presenta una nota técnica sobre la responsabilidad social de las administraciones públicas (págs 77-103).
La revista está a la venta en la web de la Asociación Catalana de Contabilidad y Dirección (www.accid.cat) al precio de € 18,95 (13,00 para los socios).
La publicación cuenta con una primera parte con notas técnicas
- Eficacia, Eficiencia y Gasto Público. ¿Cómo mejor? Diego Prior
- La Ley de Economía Sostenible: la sostenibilidad financiera del sector público. María Petra Sáiz
- El análisis de los estados financieros en el sector público: el caso de los Ayuntamientos. Jordi Mabras
- La gestión de costes en el sector público. Pilar Soldevila y Carlos Vivas
- Responsabilidad social de las Administraciones Públicas. Josep Maria Canyelles
- Aplicación de las Nuevas tecnologías en la Administración pública. Luis Pardo
En los últimos tiempos el sector público se ha convertido en el centro de todas las miradas al haberse convertido en el ejecutor de recortes de gasto encaminados a encontrar estabilidad presupuestaria. Más que nunca, por tanto, se hace necesaria una adecuada gestión de los recursos públicos de manera que se pueda seguir manteniendo el nivel y calidad de los servicios que hasta ahora se prestaban pero contando con una estructura de gastos inferior.
Este número se centra en el análisis de la gestión pública desde diferentes perspectivas con el fin de proporcionar herramientas con las que abordar esta nueva época para la que sin duda necesitaremos también nuevas soluciones.
En cuanto al artículo de Josep Maria Canyelles sobre la responsabilidad social de las administraciones públicas, éste es el resumen y las conclusiones:
Resumen
La vinculación de las Administraciones públicas con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) puede concebirse bajo una doble perspectiva, la promoción entre las empresas (RSE) o bien la aplicación interna. Esta nota se centra en la segunda.
A pesar de que la gestión de la Responsabilidad Social de las Administraciones Públicas (RSA) implica una serie de acciones muy diversas y de gran riqueza metodológica, a menudo se han simplificado a una serie de aspectos muy concretos como la introducción de cláusulas sociales, la elaboración de códigos éticos y la publicación de memorias de sostenibilidad.
El artículo sitúa retos en el RSA como la mejora de la gobernanza, la eficacia y eficiencia de las políticas públicas, la participación, el diálogo con los grupos de interés, la transparencia, la legitimidad, el desarrollo de Territorios Socialmente Responsables o la misma formalización de la gestión del RSA.
Conclusiones
El desarrollo de la Responsabilidad Social por parte de ciertas empresas está suponiendo una presión hacia al resto de sus respectivos sectores pero también hacia el mismo sector público. Así, las políticas de promoción de la RSE pueden perder legitimidad si no se hacen desde la ejemplaridad, o por lo menos, desde el inicio de procesos de gestión de la propia responsabilidad social.
Las organizaciones que han ido integrando la RSC se han visto motivadas por diferentes inductores, uno de los cuales la presión por parte de los grupos de interés. Pero sobre todo ha sido la evolución en los propios modelos de gestión. En el caso de la AP, la aplicación de algunos modelos de excelencia como el EFQM o los compromisos adquiridos a raíz de Planes Estratégicos, las Cartas del Ciudadano, o las Agendas 21 han favorecido la incorporación de los conceptos de RSE. Finalmente, algunas prácticas concretas como las de conciliación de la vida laboral y familiar, con respecto a los propios trabajadores, o las de participación ciudadana, en cuanto a los grupos sociales, también han propiciado una lógica que apunta hacia la RSC.
Pero la RSC de las AAPP se queda en un estadio muy técnico y operativo, sin vinculación al modelo organizativo o el posicionamiento corporativo si no se vincula a retos más estratégicos como la necesidad de abordar nuevos retos complejos que presenta nuestra sociedad y la necesidad de abordar la gestión del cambio a nivel de la propia organización.
Por ello, hay que tener ciertas prevenciones hacia un modelo que se base fundamentalmente en la introducción de cláusulas sociales, códigos éticos y memorias de sostenibilidad si no se puede garantizar que estas iniciativas tienen la calidad y profundidad que las sitúe ciertamente en el campo de la gestión de la RSC y no en meras herramientas formales o comunicativas.
Las cláusulas sociales deberían conllevar un proceso de diálogo abierto con el conjunto de proveedores y específicamente con el concesionario o proveedor para mejorar y profundizar en el sentido de la cláusula social. Los códigos éticos deberían ser una documentación de una voluntad profunda de gestionar los valores de la organización. Las memorias de RSC deberían ser el instrumento por excelencia de comunicación del rendimiento y los compromisos reales de la organización en las diversas materias que recoge la RSC. Y estas tres herramientas deberían ver fundamentadas con compromisos y acciones que desarrollen la RSC más propia de las AAPP, las que pretenden abordar plenamente la gestión de la legitimidad pública, el buen gobierno, la transparencia, la eficacia y eficiencia de las políticas públicas, o el diálogo con los grupos de interés.
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