7.12.07

Hagamos campaña contra los pongos

Ha llegado la época predilecta de los 'pongos'. Sí, sí, aquellos objetos que son regalados a veces con afecto o a veces con socarronería, en broma o por cumplimiento, da igual la motivación. Lo que es relevante es la consecuencia: ¿y ahora, eso que me han regalado, donde lo pongo?

Los más problemáticos pueden ser los que provienen de personas que lo han hecho con buena intención y que, además, hay probabilidad que visiten casa nuestra en un tiempo próximo. Parece que por buena educación le tendremos que buscar un lugar donde ponerlo.

En cambio, si provienen de personas más lejanas o el afecto era dudoso, nos podemos deshacer del objeto sin tener que recurrir a la dramatización de la caída accidental.

Pero más allá del análisis en términos de buena educación y de relaciones sociales, la sociedad tiene que empezar a plantearse estas situaciones en términos de sostenibilidad y de responsabilidad.

Un servidor hace tiempo que ha minimizado los objetos no comestibles que lleva como recuerdo de los viajes a lugares lejanos. Pero ya no hablamos sólo de circunstancias excepcionales sino de una cantidad enorme de productos y más productos que ya sea en tiendas de 'todo a 1 euro' u otras de mayor gasto, generan un volumen de ventas, transacciones económicas y transacciones sociales que tienen un impacto considerable sobre el medio.

Como estamos hablando de un cambio de costumbres y, por lo tanto, de un cambio cultural, de pautas de conducta, es más adecuado hablar colectivamente que no entre afectados. ¡No fuera el caso de que alguien se lo tomara mal! Cuando se acercan estas fechas que son más propicias a las compras compulsivas, al gasto superfluo, y a la puesta en circulación de los 'pongos', sugiero que hablemos de ello. ¡Hablemos! Hagamos broma, si hace falta, pero desactivemos colectivamente esta mala práctica cultural, económica y ambiental. Activemos nuestra responsabilidad cívica delante de la sociedad: ¡basta de objetos inútiles que no sabemos donde poner, basta de PONGOS!