2.4.13

Peor que no gestionar la Responsabilidad Social

Mucho peor que no gestionar la RSE es no cumplir los compromisos de que se hace bandera

Gestionar la responsabilidad social es una opción a la que cada vez más empresas se añaden para mejorar como empresa a la vez que aportan valor social, económico y ambiental. La RS es una elección, una alternativa de negocio que se adopta de manera libre y voluntaria como estrategia de gestión empresarial y, por tanto, en este marco de discrecionalidad y confianza, es injustificable que convivan conductas poco éticas con pretensiones de empresa que se declara socialmente responsable.

Las empresas, las organizaciones sin ánimo de lucro, los clubes deportivos, las cooperativas, los colegios profesionales ... todo tipo de agrupaciones, e incluso los ciudadanos de manera individual como parte integrante de la sociedad en que vivimos, debemos ceñirnos al marco legal. Esta no es una decisión optativa y, aunque la hemos de entender como un bien común y necesario, es un deber.

Sin embargo, cuando hablamos de RS, estamos hablando de una acción elegida voluntariamente, de un modus operandi que las empresas u organizaciones adoptan a fin de ir evolucionando y mejorando mientras aportan valor al entorno social y minimizan el impacto ambiental negativo.

En consecuencia, cuando se comunica una gestión ética al mismo tiempo que se están vulnerando aquellos principios básicos de la responsabilidad social con prácticas poco éticas se está defraudando a toda la sociedad. Mucho peor que no gestionar la RS es no cumplir los compromisos adquiridos de que se hace bandera.

Días atrás pudimos ver un reportaje que emitían en TV3 en el programa 30 Minuts, donde se hablaba de la empresa Foxconn, una multinacional taiwanesa con sede en países del Sur, donde la legislación en cuanto a derechos laborales es poco exigente o casi inexistente . Esta empresa es la mayor fabricante de componentes electrónicos a nivel mundial y entre sus clientes dispone de corporaciones tan conocidas como Apple o Sony.

Según se mostró en el reportaje, esta multinacional tiene una política laboral absolutamente lamentable que ha desencadenado numerosos incidentes con consecuencias nefastas para los trabajadores. A pesar de las reiteradas denuncias por parte de varios medios, no sólo no se da solución a este grave problema, sino que empresas como las citadas, que hacen bandera de la gestión de la responsabilidad social, continúan teniendo relaciones de negocio con Foxconn.

Empresas como Apple en su web pretenden dar una imagen de calidad de gestión y respeto a las personas, conceptos implícitos en la RSE, con mensajes como "Los trabajadores de todo el mundo tenen derecho a unas condiciones laborales justas y seguras. Además Debén contar con oportunidades de formación que las permitan mejor apoyo calidad de vida. Desde Apple colaboramos con Nuestros proveedoras para asegurarnos de que cumplimos Nuestro Código de Conducta Incorrectos continuas inspecciones, planas de Mejora y Otras comprobaciones ".

A pesar de este discurso, la realidad que mostró el reportaje es que estas grandes empresas miran hacia otro lado ante atentados inaceptables contra los derechos humanos de los trabajadores y continúan priorizando los intereses por delante de los comportamiento éticos. Con el agravante de que pretenden dar una imagen socialmente responsable, cuando con esta pasividad están obviando algunos de los pilares básicos de la RS que son la transparencia, la comprensión de los grupos de interés y el respeto de los derechos humanos aunque la ley del país no lo contemple.

Por lo tanto, queremos subrayar la importancia del esfuerzo que supone tener comportamientos éticos y exigir los a proveedores y subcontratados a fin de gestionar de manera adecuada la RS y conseguir los objetivos de mejora pretendidos. Cuando se opta por la gestión de la responsabilidad social debe haber coherencia para alcanzar la máxima que se pretende que es sumar uno más uno, tres. No mostrarse proactivo ante actitudes poco éticas de las que se tiene conocimiento es peor que no elegir la gestión de la RS como modelo empresarial.


Marta Ribera i Rios
Responsabilitat Global