Este rotativo no ha sido pionero en la fórmula de la doble edición, siguiendo los ejemplos exitosos del Segre y del Periódico, pero su paso tiene una relevancia mucho mayor por todo lo que representa este diario.
La Vanguardia siempre ha sabido adaptarse a la sensibilidad de la sociedad, aunque a veces lentamente, y en la cuestión de la lengua finalmente se han decidido a resolver una anomalía histórica. De hecho, era extraño que un diario tan barcelonés como LV fuera el único diario en papel editado en Barcelona que se publicara exclusivamente en castellano. El editor explica su decisión por los cambios que vive el país: 'La Vanguardia se ha adaptado a todos los momentos de la historia de Cataluña, y sería una falta de reflejos empresarial no tomar ahora la decisión, porque la realidad ha cambiado y La Vanguardia siempre conecta con la realidad.'
Se ha querido enfatizar que no se trata de una mera traducción automática de la versión castellana. De hecho, han querido remarcar que la redacción de LV habla en catalán y que ya era un diario pensado en catalán. Además, técnicamente, el sistema permite a cada redactor hacer la primera versión en la lengua que desee, y es el mismo redactor que deberá revisar la traducción automática que va obteniendo. Así se asegura la calidad de las dos versiones, garantizando las expresiones más adecuadas en cada lengua e incluso permite mejorar la versión original. Una vez pasados estos dos filtros -máquina y redactor-, un equipo de dieciocho correctores revisará la versión definitiva que se publicará.
LV ha tenido un gran arraigo en la sociedad catalana, pero cada vez más la lengua suponía un punto de distanciamiento hacia las generaciones más jóvenes. Su público de más edad, que no había sido escolarizado en catalán ya tampoco es un obstáculo para el cambio. Así, se considera que este paso está exento de riesgos mientras que abre grandes oportunidades. La nueva versión en catalán, que convivirá con la castellana, puede acabar representando el 60% todos los ejemplares vendidos. Próximamente se dispondrá también de la versión digital en www.lavanguardia.cat.
Hay que recordar que la historia del diario no ha sido exenta de polémica, por hechos tan notables como el llamado 'caso Galinsoga' (vídeo), una protesta contra Luis de Galinsoga, entonces director del diario, que no ocultaba su desprecio a los catalanes. La protesta comenzó con un panfleto escrito por un joven Jordi Pujol y terminó con la caída del director.
Responsabilidad Social
En febrero, cuando se anunció la edición en catalán, Responsabilitat Global hizo un artículo reflexionando sobre la vinculación de este paso con la Responsabilidad Social: La Vanguardia recoge la sensibilidad de sus públicos y gana ciudadanía corporativa con el anuncio de la doble edición, y donde también explicábamos que el argumentario interno del rotativo había tenido en cuenta el manual " Empresa y lengua. Un enfoque de RSE para aportar valores a todos los grupos de interés ", de Josep Maria Canyelles.
Ahora, una vez la edición en catalán ya está en la calle, queremos introducir una nueva reflexión sobre la Responsabilidad Social, en este caso dirigida a algunos establecimientos públicos como los hoteles, restaurantes, bares, despachos profesionales, salas de espera, y todas aquellas empresas que adquieren prensa generalista para su público.
Bares, restaurantes y hoteles pueden mejorar el respeto a la clientela y la responsabilidad hacia la comunidad disponiendo de la prensa en catalán, lo que también revertirá en un impacto económico para las editoriales locales. Incluso en el caso de que una empresa pueda considerarse que el perfil de su clientela no es catalanohablante, la disponibilidad de publicaciones en catalán es un acto de normalidad del país, una puerta abierta para adquirir el hábito de leer en catalán, y para el turismo una muestra de la identidad que pueden tratar de comprender al junto al resto de prensa del mundo.Este último párrafo está extraído del manual " Empresa y lengua. Un enfoque de RSE para aportar valores a todos los grupos de interés ", donde también se hace referencia a las revistas de muchas salas de espera que, a pesar de que exhiben certificados de calidad en sus especialidades profesionales, no han sabido integrar criterios de respeto a la sociedad ya la clientela, manteniendo unas inercias lingüísticas que penalizan la cultura local:
Los despachos profesionales, las clínicas o las peluquerías son lugares donde hay revistas disponibles para hacer más agradable la espera.Y aunque complementaremos esta reflexión indicando que cada empresa debe encontrar cuál es la elección o el porcentaje adecuado, pero partiendo de la composición de criterios comerciales, legales y de RSE.
Disponer de revistas en catalán en las salas de espera es una buena práctica hacia la clientela que también tiene un impacto económico positivo hacia las empresas locales de producción de contenidos.
Por otra parte, esta buena práctica viene avalada por la existencia de revistas en catalán de gran calidad en una gran diversidad de materias: historia, motor, cocina, educación, infantil, música, salud, viajes, naturaleza, cultura, agricultura, arquitectura, etc. (www.lesrevistes.cat)
- Pero la realidad social no sólo es la lengua de cada uno sino la voluntad social de normalizar la lengua propia, y en este sentido es de agradecer el esfuerzo de muchas personas de lengua materna no catalana y que hacen un esfuerzo para aprender el catalán y que entienden con normalidad que el catalán sea la lengua social preferente en tanto que lengua propia del territorio.
- Del mismo modo, desde el punto de vista legal no habría ningún comentario que hacer, pero sí desde el punto de vista del espíritu de la ley en el sentido que recoge la aspiración de la sociedad hacia la normalización de una lengua que durante siglos ha sufrido los intentos de hacerla desaparecer. La empresa comprometida con la RSE no sólo debe cumplir el articulado de la ley sino que también su espíritu forma parte de los compromisos que se esperan de la empresa responsable con las expectativas de la sociedad. Una empresa socialmente responsable debería pretender no sólo cumplir sino colaborar a hacer posible para la sociedad lo subyacente en la intención del legislador y por extensión de la sociedad, ya sea en aspectos ambientales, laborales, sociales o económicos, todos ellos bajo la premisa compartida de mejorar el bien común.
- I lógicamente, desde una óptica netamente de responsabilidad social, forma parte de un compromiso relevante con la societat para normalizar la situación del catalán, minorizado por razones históricas, y atender las expectativas de la sociedad, ayudando a normalizar el país entero y colaborando indirectamente en la cohesión social y la valorización de un activo intangible de primera magnitud, de acuerdo con grandes objetivos internacionales como los propios de la Declaración universal de la Unesco sobre la diversidad cultural.
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- Artículo en la Revista Llengua i Dret: Aproximación al respecto lingüístico desde la responsabilidad social de las empresas
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