9.7.17

El Parlamento Europeo exige que se adopten medidas contra la obsolescencia programada

El Parlamento Europeo ha exigido este martes, en sesión plenaria, que la Comisión Europea tome medidas sobre la práctica de los fabricantes que tratan deliberadamente de limitar la vida útil de sus productos.

La Eurocámara ha instado a la Comisión a que estableciera una definición jurídica del término «obsolescencia programada» en una resolución en la que se pedía una mejor reglamentación para garantizar la durabilidad de los productos de consumo. La resolución fue aprobada en sesión plenaria en Estrasburgo por 662 votos contra 32.

Esta resolución pretende hacer frente a la obsolescencia programada de productos tangibles y programas informáticos. Una iniciativa que impulsa criterios de resistencia mínima, alargar la garantía si la reparación del producto requiere más de un mes e incentivos fiscales en favor de artículos duraderos, de calidad y reparables; así como favorecer la venta de segunda mano, generando productos circulares y nuevos puestos de trabajo.

Los eurodiputados también han acordado que el ejecutivo de la UE debería trabajar con las autoridades de vigilancia del mercado para examinar la posibilidad de establecer un sistema independiente para analizar los productos y detectar la obsolescencia programada, así como para exigir una mejor protección a los consumidores.

Entre otras recomendaciones, consideran primordial informar mejor a los consumidores del funcionamiento de la garantía legal de la conformidad, y piden que la referencia a la garantía aparezca en su integridad en la factura de compra del producto. Asimismo, han instado a la Comisión a que adopte iniciativas legislativas y medidas orientadas a mejorar la confianza de los consumidores.

El legislador verde Pascal Durand, que redactó la resolución no vinculante, ha acogido con satisfacción el abrumador apoyo al texto y ha pedido a la Comisión que "asuma" las preocupaciones de los diputados. "Ya sea el agotamiento de los recursos, las emisiones de transporte, los residuos o el impacto en los presupuestos de los hogares, la situación actual es claramente insostenible", ha declarado.

Sin embargo, tras las enmiendas en comisión que se consideraron ampliamente como una dilución de la propuesta original de Durand, el Parlamento ha dejado de pedir una prohibición absoluta de "productos cuya vida útil se acorta deliberadamente". Al tiempo que han coincidido en "la necesidad de promover una mayor duración de los productos, en particular mediante el tratamiento de la obsolescencia programada", los eurodiputados hacían un llamamiento más general para promover productos "robustos, fácilmente reparables y de buena calidad" y "criterios mínimos de resistencia". Esto implicaría facilitar las reparaciones "desalentando" la fijación de componentes tales como LEDs y baterías, asegurando que los componentes originales puedan ser reemplazados.

La resolución también pide a la Comisión que fomente la formación de personas para reparar los productos antiguos y estimular un mercado de bienes de segunda mano.