10.8.14

Repaso de algunos artículos en la prensa de hoy

Después de hacer unas lecturas de diarios de domingo por la mañana, enlazo algunas ideas aportadas por sus autores, las cuales me han resultado complementarias.  

Qué pasa en España 

Heribert Padrol, abogado que tuvo responsabilidades importantes a la AEAT, escribe hoy un artículo en el ARA, donde describe una interesante conversación con un amigo en Madrid sobre el proceso que se vive en Cataluña. Dice que la novedad para él fue que, además del argumentario habitual, esgrimió a otro motivo, la afirmación de que " ética y moralmente, la independencia de Cataluña constituye un planteamiento indefendible". Padrol se pregunta por qué, si resulta obvio que es un argumento absolutamente erróneo, la unidad de España no tiene nada que ver con la moral, muchos españoles, incluso personas cultas, lo piensan y lo sienten así. Hay que tener presente que, si un colectivo de personas considera que su posicionamiento ideológico tiene un fundamento ético o moral, no hay ninguna duda de que la convicción y vehemencia con que defenderán sus planteamientos se verá reforzada.  

Junto a las personas que ponen argumentos  -equívocos o no- está el grueso mayoritario de personas que defienden este posicionamiento sencillamente porque están acostumbrados a esta realidad, porque así se lo dijeron sus padres o su entorno o porque les gusta y se sienten cómodos. Y este es un valor moral  -en el sentido de costumbre- pero tiene poco que ver con la ética. El mismo Padrol pone el ejemplo de cuarenta años atrás si dos personas jóvenes decidían vivir juntas sin estar casadas, que a mucha gente le parecía extraño e incluso muy, muy criticable. En todo caso, la consideración de la unidad de España como valor moral  -aunque contrario al sentido ético contribuye a explicar la virulencia de algunos mensajes claramente de castigo a lo que no deja de ser un proceso y una ideología pacífica y democrática.

Padrol termina lamentando la diferencia con el posicionamiento del gobierno inglés en relación a Escocia, y expresando que los que toman posiciones "moralistas" en España están rotundamente equivocados porque la democracia y la tolerancia son valores superiores al mantenimiento de la unidad de un estado. Estar a favor o en contra de la independencia de Cataluña no determina, per se, una calificación moral.  

Qué pasa en Cataluña

Salvador Cardús, sociólogo, periodista, escritor, y doctor en ciencias económicas, escribe hoy un artículo en el ARA , donde muestra la evolución que ha tenido el soberanismo que ha pasado del 30% (1991) al 55% (2013) o los que manifestaban que votarían en contra en un supuesto referéndum por la independencia que han pasado en este mismo periodo de 55 % al 20%. Entre las conclusiones que se pueden sacar en medio del proceso destaca que:
  • La opción por la independencia es resultado del convencimiento de que las alternativas preferidas para responder a la insatisfacción con el autonomismo se han ido cerrando. A partir de los datos que aporta, concluye que el voto a favor de la independencia no es siempre un voto ideológicamente independentista, sino resultado de la evidencia de la falta de otras alternativas
  • El no a la independencia tiene una base mucho más identitaria, emocional, que no el sí, que es fundamentalmente político y pragmático. Mientras un 90 por ciento de los que votarían sí-sí dan razones relacionadas a incrementar la capacidad de decisión política y la prosperidad y sólo un 17 por ciento también aducen razones identitarias (a la pregunta se puede dar más de una respuesta), los que votarían no-no, en un 46 por ciento, aducen razones identitarias (Barómetro del CEO, 1a ola de 2014). 
  • Esta dimensión política y pragmática  -que podríamos llamar propiamente cívica- la que explica la incorporación a favor de la independencia de proporciones elevadas de catalanes que no la entienden como una renuncia a su identidad de origen, y también explica el proceso de feminización del proceso
Los datos muestran claramente que  -como hace tiempo que defendemos- el soberanismo ha dejado de basarse en el sentimiento identitario y ha pasado a ser un movimiento de base netamente cívica para una profundización democrática, al tiempo que el unionismo ha pasado a mostrarse y configurarse como un movimiento netamente identitario. Cardús afirma que un independentismo ideológico no habría encontrado ni la atención ni la adhesión de los nuevos catalanes ni de las mujeres en un proceso en el que lo que se valora es la mejora de las condiciones de vida presentes, y sobre todo futuras, más que paso las reafirmaciones de catalanidad.  

Qué pasa en el País valenciano

También he leído la entrevista a Vicent Soler, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia a Nación Digital. El académico hace unos análisis que muestran la reacción que el mundo académico, y sobre todo empresarial, están experimentando el País valenciano. El catedrático afirma que «España está concebida para favorecer 400 familias», denuncia el elitismo de la España tradicional y critica el anticatalanismo del presidente Alberto Fabra. Entre otras, dice que "el problema es que en Madrid el sentimiento nacionalista español está por encima del sentimiento democrático" y que "hay una gran tradición de clase extractiva en Castilla, heredada de los tiempos de la colonización de América".  

Qué pasa en el mundo

Xavier Rubert de Ventós, filósofo y profesor universitario, es entrevistado hoy un artículo en el ARA y habla de la diversidad, que es imprescindible en el mundo de hoy:
"Toda identidad monográfica es un peligro. Mira, yo tengo una identidad familiar, religiosa, sexual, étnica, nacional... Soy vecino, padre, macho, feligrés, profesor. Pertenezco a una clase social, a un sistema de creencias, a un club, a un estado. Algunos de estos colectivos me han sido dados otros los he escogido. No todos tienen la misma importancia. De un colectivo soy, a otro sólo hay pertenezco, en otro creo, a otros milito o quizás tan sólo los voto. La tarea política del futuro, para mí, es organizar una sociedad que no niegue, sino que integre esta compleja intimidad articulando la diversidad de sus componentes".
 Entonces -uno se podría preguntar- ¿por qué los catalanes hemos optado por crear un estado propio?
"Para empezar, en el mundo en que vivimos, lo que no es oficial, no es real. Si no tienes un estado, no existes. Para existir como pueblo, como demos, hoy en día la convención es tener un estado. Si no, no eres moderno. Eres un problema. [...] Y luego, claro, está la paradoja: cada vez se reconocen más derechos a la diferencia, hasta el punto que ya es legal que se casen dos personas del mismo sexo. ¿O sea que puedes tener una orientación sexual diferente pero no puedes tener una orientación nacional diferente? ¿Cómo se puede defender el primer caso y negar el segundo? [...] En España, el estado hizo la nación. Conquistaron, mandar, dominar, unificar. Esa es su naturaleza, más que adaptarse, pactar o inventar. Por eso los castellanos tienen esta incapacidad crónica de respetar de verdad lo que no es oficial".
Incluso alguien podría considerar que hacer un estado hoy por hoy ya no está de moda :
"Eso lo dicen los tontos. Mira, yo no pienso que una soberanía pura y dura sea la mejor vía, pero tampoco creo que nadie tenga derecho a interferir en lo que un día votemos. Porque el estado puede ser una pieza de arqueología política, pero todavía es el gestor de la redistribución interior y el que corta el bacalao en los organismos internacionales. Hacen ver que ignoran que no hay nada más nacionalista que un estado nación, que es lo que hace más sagrados que nada los derechos col colectivos, aquellos derechos que los del estado nación dicen que no existen con la canción que los territorios no pagan impuestos sino que los pagan las personas. ¿Sabes cuál es la ideología favorita de los estados o de las civilizaciones dominantes? El universalismo. Ellos no defienden nunca sus intereses. Ellos defienden ideales universales como la paz, la verdad, la libertad... El concepto de patriotismo constitucional de Habermas es una pura engañifa. El problema de los estados, hoy en día, es precisamente la soberanía esta que llevan puesta. Pretenden que Europa sea una combinación de soberanías nacionales, como el que combina los huevos en una tortilla. Pero, como dijo De Gaulle, los estados son huevos duros, y con huevos duros no haces la tortilla que sería Europa".
También me ha gustado leer la entrevista a Victoria Camps, filósofa y catedrática, hoy en El País, donde hace afirmaciones y reflexiones que comparto, pero que siempre me deja la sensación de esquivar una realidad que la incomoda:
La indiferencia hacia el bien común es un defecto tanto de la política como de la sociedad civil. La formación que tenemos dentro de una economía que fomenta el egoísmo, la competitividad y los beneficios materiales hace personas muy individualistas que ponen por delante el interés privado, el interés corporativo; [...] Y, en general, la ciudadanía actúa poco como ciudadanía. [...] La indiferencia o apatía hacia lo común es muy habitual en épocas de bienestar o de bonanza. La crisis económica pone de manifiesto mucha miseria, mucha desigualdad, y eso ha llevado a las personas a unirse. Ha sido el rasgo más positivo de la crisis, han proliferado los movimientos sociales, la gente se ha asociado. Ha habido asociaciones muy altruistas, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, o la de los afectados por las preferentes; pero la pregunta es: ¿eso se perderá en el momento en que se supere la crisis?
Parece que se encuentre incómoda ante el gran ejemplo hoy en Europa y en el mundo de cómo la ciudadanía ha interpretado que se le estaba hurtando el bien común y ha decidido movilizarse, marcar las líneas de la política, y decidir su futuro. No lo pone ni como ejemplo, ni como materia de reflexión, lo cual es incongruente con la afirmación de la indiferencia hacia el bien común, en mi opinión. Precisamente el hecho de darse cuenta de que desde fuera están gestionando un bien común bajo un interés suyo que es contrario al nuestro es lo que ha hecho que la gente mayoritariamente haya reanudado el actuar como ciudadanía.

(nota: en la Vanguardia estival no he encontrado nada interesante; la reflexión sobre transparencia de la directora adjunta era para matar el tiempo, y en el apartado web de opinión lo más destacado son los videoblogs de Mel Rodríguez de Focusing ...)

PD: Ah, y comentario aparte merece la noticia "Endesa dejará de ser una multinacional energética. La italiana Enel, principal accionista, absorberá el negocio que la empresa española tiene en América Latina ". "¡Endesa antes alemana que catalana!", decían. Y finalmente fue italiana. Y ahora se reducirá a una empresita local, donde la parte principal de clientes son los catalanes de la antigua Fecsa... Quizás que vayan pensando en trasladar la sede en Cataluña ahora que los sueños panhispánico han muerto... Ahora, eso sí, ningún unionista criticará la pérdida de potencial económico que supone este hecho, todo para frenar el desarrollo de Cataluña. Son una vergüenza política, económica e intelectual, pero ninguno de los políticos, economistas e intelectuales unionistas hoy reflexionará, porque este es un tema moral. Y así està la ética en estas latitudes.