21.2.14

Nuevas imposiciones lingüísticas oficiales para generar ineficiencias

  • Mientras que las empresas castellanas pueden hacer los contratos sólo en su lengua, las empresas catalanas están obligadas a hacerlo en castellano aunque ninguna de las dos partes firmantes tengan ningún interés.
  • La locura nacionalista española sale de madre con normas que no responden a ninguna necesidad ni empresarial ni de respeto a los derechos de los usuarios y que sólo responden a españolizar las sociedades que forman parte del ámbito estatal.
  • Los catalanes somos considerados de nuevo ciudadanos de segunda y a las empresas se les imponen unas obligaciones propias de un régimen colonial absolutamente fuera de lugar en una sociedad abierta y una economía desarrollada.
  • El PP y el PSOE aprueban otra ley impositiva del castellano a los ciudadanos catalanes en un duro ataque contra el uso del catalán en las relaciones de consumo.
La Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de Diputados ha aprobado este miércoles la modificación de la Ley de 2007 de Defensa de los Consumidores y Usuarios que permite hacerla más impositiva con respecto al castellano.

A partir de ahora los empresarios catalanes estarán obligados a facilitar las informaciones sobre las características del contrato, económicas y jurídicas, en castellano. En los contratos a distancia, aunque se podrán hacer también en otra lengua, estarán obligados a hacer una copia también en castellano. Mientras el catalán será opcional o según elija el consumidor, la versión en castellano será obligatoria, quieran o no quieran las partes.

Esta misma obligación será para los contratos celebrados fuera del establecimiento. Más allá de estas novedades, las empresas también estarán obligadas a hacer el etiquetado en castellano de los productos y las garantías. Según esta ley, el catalán, en ambos casos, se considerará sólo opcional, del mismo modo que lo son el sueco, el danés o el tailandés para el consumo en España.

Será interesante ver la reacción de algunos empresarios (o especialmente líderes de organizaciones empresariales) que están preocupados por el "proceso catalán" cómo se posicionan ante este tipo de ataques que no sólo lo son a la identidad catalana sino al funcionamiento empresarial. Igualmente, será interesante ver si entre los colectivos que promueven el respeto a la diversidad (especialmente en el marco de la gestión de la responsabilidad social) en el estado español hay algún movimiento de reacción.