1.6.13

Sobre la personalización de los envíos genéricos de mail

La gestión de los correos electrónicos y demás mensajes que nos llegan por el resto de canales se ha convertido en un problemón.

Yo he de confesar que no acabo de superarlo. No detallaré ahora los problemas que me conllevan, que se vieron incrementados con el cambio a Mac. No hablaré ahora de tecnología sino del uso humano de los envíos genéricos.

Cada vez más, los emisores personalizan el mensaje con el nombre del destinatario. Esto encanta a los de marketing. Sinceramente, a mi no me gusta nada y lo considero molesto.

Cuando alguien se me dirige por el nombre, de manera personalizada, pienso que se trata de un mensaje que para mí. Y me empiezo a leer. Cuando me doy cuenta que se trata de un envío dirigido a miles de destinatarios, la borro de inmediato. Lo vivo como un fraude a la relación personal que había establecido en las primeras palabras.

Muchos pensaréis que exagero. No es una cuestión meramente de punto de vista sino práctico. Cuando tienes que ir borrando decenas de correos, corres el riesgo de borrar algunos que sí iban dirigidos a ti directamente. Ya he cometido errores de este tipo en alguna ocasión. El hecho de que un mensaje lleve tu nombre hace releerlo con más atención pensando que puede ser realmente para ti.

Desconozco si la tecnología me puede proveer de algún sistema para discriminar si soy EL destinatario o UN destinatario entre miles. Ningún problema en recibir los otros correos, muchos de los cuales soy suscriptor. Pero quiero gestionarlo de una manera más amigable.

Es por ello que agradecería que la personalización con el nombre de correos masivos fuera considerada una mala práctica comercial.

¿Alguien más está de acuerdo ... o me estoy haciendo mayor???