14.3.10

Los gestos ponderados pero contundentes de Guardiola

En otras ocasiones hemos hablado de deporte y responsabilidad social. Y también hemos hablado de Pep Guardiola y del FC Barcelona. Ahora nos es propicio volver a hacerlo con motivo de una pequeña anécdota futbolística como es la que estos días ha rellenado algunas páginas de la prensa deportiva, la expulsión del técnico azulgrana por su actitud en el partido contra el Almería.

Guardiola siempre se ha mostrado como una persona íntegra, con una gran profesionalidad y con un comportamiento guiado por unos valores de respeto y de humanidad. Y además, sus actitudes sensatas y sus valores profundos responden a un planteamiento vital, consciente, querido, y sostenido en el tiempo. Es precisamente el hecho de que sean unos valores arraigados y mantenidos con coherencia a lo largo del tiempo lo que genera confianza en la persona y hace que le otorgamos un plus de credibilidad a sus manifestaciones.

Es por ello que, de entrada, si Guardiola afirma que los árbitros Clos y Galindo mienten, yo me lo creo y le deposito toda la confianza. La credibilidad es un gran activo, que cuesta mucho crear y poco destruir. Una persona como Guadiola, consciente del valor que este hecho comporta para su persona, y además, del valor que supone hoy para el club, sabe gestionar muy bien el peso de sus declaraciones y encontrar el matiz adecuado para mantenerse en el tono ético y responsable.

Respecto a los árbitros, Guardiola se ha posicionado siempre con la perspectiva de un gran respeto, aceptando incluso que se pueda equivocarse como cualquier profesional. Pero esta vez no ha sido así, y lo que ha hecho no ha sido simplemente quejarse por vicio sino hacer una afirmación contundente. Por un lado, ha dicho que entiende que fuera expulsado por los gestos que hizo y su reacción, pero ha expuesto públicamente que la versión de los dos no se ajusta a la realidad y además ha remarcado que "ellos lo saben". Cuando una persona que es tenida por hablar respetuosamente, con comportamiento, juiciosamente, evitando hablar de los arbitrajes, rigurosa con la verdad, se moja hasta este extremo vale la pena prestar atención y no considerarlo una táctica de distracción, una forma de hacer presión, o una salida de guión. Leámoslo el Periódico:
Josep Guardiola ha expuesto su versión sobre la expulsión que sufrió en Almería y ha afirmado que el recurso que interpuso el Barça para el partido de suspensión que le impuso el Comité de Competición se debe a que el árbitro, Clos Gómez , y su asistente, Gallego Galindo, "mintieron" en el que escribieron en el acta sobre los hechos en cuestión.

Clos Gómez redactó en el acta: "En el minuto 27 el técnico Guardiola Sala, Josep, fue expulsado por el siguiente motivo: cuando el juego estaba detenido, para abandonar el área técnica, desplazarse hasta el asistente número 1 y, acercando la cara a escasos centímetros de este, llamarle con los brazos en alto: "lo pitan todo al revés, no entiendes nada". El Comité de Competición castigó el entrenador del Barça con un partido de suspensión martes, y jueves el de Apelación ratificó la sanción a pesar de las alegaciones y el recurso enviado por el club azulgrana.
En paralelo a este hecho, la prensa también ha dado a conocer que este mismo árbitro se mostró un fan del Real Madrid el mismo día por la noche, club al que animó ostentosamente y en un local público en el partido que este jugó y que se pudo seguir por televisión. Pese a que la concatenación de los dos hechos podría dar alas a una crítica feroz, a hacer deducciones malévolas, a contrarrestar la campaña mediática del 'villarato', etc. Guadiola no sólo no hizo referencia al este punto sino que, inquirido por periodistas, no dudó en señalar que este hecho no tiene nada que ver y que todo árbitro en su vida personal tiene derecho a simpatizar con cualquier equipo.

Los gestos son impecables y magnifican su aura de personaje escrupuloso. Excelente. Hasta aquí todo sea en alabanza del técnico. Pero ahora se añade un punto más. Resulta que hay pruebas suficientemente concluyentes que Guardiola dice la verdad y que, en consecuencia, los árbitros han mentido:
El programa El día después de Canal + analizó las imágenes del incidente y mediante un intérprete de labios informó que Guardiola se acerca al asistente, Gallego Galindo y le dice "le empuja". En aquellas jugadas, el entrenador reclamaba un penalti cometido sobre Messi. "¿No has visto que lo empuja?", Increpa a Guardiola en el asistente mientras se acerca al micrófono del linier y repite "Lo empuja, le empuja" para que el árbitro, Clos Gómez, oiera a través de los auriculares.

"La única fuerza que tengo es explicarlo aquí (en la sala de prensa) porque hay pruebas e imágenes. Hago gestos y hablo por el micrófono, pero mienten en lol que han escrito en el acta. Yo sé que dije y el asistente también", afirma Guardiola, antes de precisar que únicamente se refiere al árbitro y al juez de línea en cuestión, "no a todo el estamento arbitral".

Si las mentiras que un ciudadano pueda decir en su defensa pueden tener un nivel de comprensión, cuando es el juez el que miente la gravedad se multiplica exponencialmente, y no sólo respecto a su profesionalidad, sino que tiene una repercusión en la pérdida de confianza del estamento del que forma parte. Últimamente hemos oído algunos jueces haciendo su trabajo con muy poca profesionalidad, introduciendo opiniones personales que alteraban la neutralidad y las garantías procesales. Ahora se ha hecho evidente que un campo menos importante que la Justicia también se dan situaciones que no son errores sino trampas por parte de la autoridad.

La competición oficial del fútbol y el comité de árbitros tienen una responsabilidad hacia la deportividad. Se trata de la defensa y promoción de los valores del deporte, de la justicia deportiva, y en último término el fomento del sentido de la verdad ante la sociedad. Ante la gravedad de la denuncia pública hecha por Guardiola (no importa si es un tema menor y seguramente sin consecuencias; importan los valores subyacentes) y ante las pruebas aportadas por medios de comunicación, los estamentos correspondientes deberían asumir con valentía las sus responsabilidades (de gestión), y abordar la cuestión como un tema que forma parte de su responsabitat (social) y que afecta acumulativamente su legitimidad y credibilidad.

PD: por cierto, aprovecho para sumarme a la nominación de Pep Guadiola como catalán del año: www.cataladelany.com

PD: El colectivo arbitral denuncia Guardiola ante el Comité de Competición