12.2.10

Éxitos y expansión de una pyme comprometida con la sostenibilidad

Ante tantos datos negativos sobre la economía, a veces corremos el riesgo de no hablar de las empresas que van adelante con fuerza incluso en momentos como estos. Y queremos hacerlo mostrando satisfacción por el hecho de que las cosas vayan bien para una pyme catalana que hace tiempo que optó por una gestión profunda e inteligente de la responsabilidad social.

Efectivamente, en un reportaje en la Vanguardia de ayer titulado KH7 teje alianzas en Europa se explica que la empresa KH Lloreda facturó 33,7 millones en 2009, un 4,2% más:
KH Lloreda ha decidido dar un impulso a su negocio internacional - ahora vende sólo en Portugal y Francia, y de forma testimonial-y ha iniciado un plan para alcanzar acuerdos comerciales con otras empresas medianas y familiares europeas que fabriquen productos complementarios, para compartir distribución. El primero de estos acuerdos lo ha firmado con la empresa austriaca Claro, fabricante de un detergente ecológico para lavavajillas y que actualmente ya vende en España pero con marca de distribuidor. Según explica Josep Maria Lloreda, el acuerdo, consiste en que Claro comercializará el KH7 en Alemania y Austria, y Lloreda introducirá la marca Claro en España. En el mismo sentido, Lloreda también ha empezado a analizar empresas en el Reino Unido, según el plan de internacionalización que ha diseñado de la mano de Pricewaterhouse.
Hace unos años elaboramos una ficha de buenas prácticas sobre su responsabilidad social, y años después hemos ido viendo otras virtudes de esta empresa bajo el liderazgo de Josep Maria Lloreda. Y una de las virtudes que ahora amplificaríamos porque también forman parte de la RSE es la capacidad de tejer estrategias colaborativas con otras empresas y organizaciones. Colaborar implicar ganar eficiencia, ahorrar impactos ambientales, mejorar la cultura empresarial del país ...
Además de su plan de expansión internacional, Lloreda ultima la construcción de un almacén logístico totalmente robotizado en Canovellas en el que ha invertido "más de 7 millones de euros". Deberá entrar en funcionamiento a finales de abril y Lloreda lo compartirá "con otros fabricantes locales del sector, para hacer entregas conjuntas y adaptarnos al ritmo de suministro que exige la gran distribución". 
KH Lloreda ha optado por la sostenibilidad y la sensibilidad en materias ambientales y, coherentemente, a la hora de hacer las alianzas han tenido en cuenta este factor y se posicionando de manera nítida en este compromiso. Sorprende a estas alturas recordar las lógicas prevenciones que tuvieron hace unos años no en su compromiso pero sí a comunicar a la sociedad. Decíamos en la ficha hecha hace unos años:
Cabe hacer notar que la comunicación de su RSE, cuando se vincula directamente a cada producto, se hace con una discreción notable, como se puede observar de que la referencia a la ecoetiqueta esté en la parte posterior y no excesivamente resaltada. El motivo viene dado por una cierta creencia entre el público consumidor de esta parte de Europa que un producto ecológico no puede tener las mismas propiedades y potencia limpiadora o desengrasante que otro de no ecológico. Ante el riesgo de que la buena imagen ecológica pudiera erosionar la imagen de eficacia prefirieron no focalizar esta calidad.
Enhorabuena, pues, por el hecho de que una empresa comprometida muestre que la sostenibilidad ambiental y la sostenibilidad empresarial van juntas, como la excelencia empresarial y la excelencia social.