29.12.09

Cataluña afronta el debate sobre la prohibición del sufrimiento de los toros



El Parlamento de Cataluña ha abierto el camino hacia la prohibición de las corridas de toros con muerte del animal, después de haberse aceptado una Iniciativa Legislativa Popular. A pesar de que la votación ha sido secreta y ha dado un resultado ajustado, una vez abierto el debate públicamente será difícil sostener que se está a favor del sufrimiento de los animales.

Seguramente, el mayor riesgo para la iniciativa nada que ver con los toros, sino que vendría dado por el hecho de que algunos parlamentarios pueden valorar que las relaciones entre Cataluña y España se pueden ver aún más dañadas que en la actualidad. Si hemos de entrar en valoraciones que no tienen nada que ver con el sufrimiento de los animales, deberíamos considerar que es muy curioso (y provinciano) que la iniciativa peligre por cómo se lo tomarán en el estado español más que por cómo se valoraría en el resto del mundo.

RSE y cultura popular 

En alguna ocasión hemos hecho alguna reflexión sobre la necesidad de incorporar la RSE también en la cultura popular y tradicional. Lo justificábamos diciendo que nuestra condición de think tank o laboratorio de ideas nos hace mirar de abordar visiones innovadoras en el campo de la Responsabilidad Social, fomentando el debate y la confrontación creativa de ideas. Y lo mantenemos ya que la introducción de la RSE aplicada a las fiestas populares promovida desde los diferentes agentes que tienen algún papel relevante puede ayudar a mejorar la sostenibilidad y sobre todo puede facilitar la comprensión de mecanismos básicos de RSE que la sociedad debe ir entendiendo.
Ver artículo sobre RSE y Cultura Popular (Sant Jordi, libera a la princesa ... de las rosas!). Y una propuesta (Compensemos el fuego de la verbena de San Juan!)
En este sentido ligado a las tradiciones, también hemos expresado por ejemplo nuestra oposición al cambio de apellido de las mujeres en el mundo anglosajón o la propuesta que los catalanes podamos compensar las emisiones de CO2 de las fiestas del fuego o que evitemos los impactos laborales en la cadena de abastecimiento de las rosas de Sant Jordi. Forma parte de la gestión de un Territorio Socialmente Responsable el hacer frente a sus impactos éticos, ambientales, sociales, laborales, especialmente en aquellos aspectos que tienen un carácter general, que afectan al territorio más allá de las circunstancias de una empresa concreta.

El tema a debatir es el maltrato

Este es un debate sobre derechos de los animales, contra el maltrato y la tortura. Se puede estar de acuerdo o no, pero este es el tema. La táctica de llevar el debate hacia aspectos identitarios no corresponde y está fuera de lugar. Pero, además, tiene una mala intención: situar este debate en clave de identidad nacional catalana contra identidad nacional española es intentar cambiar el tema de fondo de una manera que puede comportar innecesariamente un nuevo foco de desencuentro entre Cataluña y España. Consideramos que esta manera de proceder contiene una semilla de confrontación entre países y culturas y recoge una gran irresponsabilidad social. Ver Anna Mulà: «Son otros los que quieren llevar el debate a la identidad nacional».

Debate que puede arraigar en  otros territorios 

La regulación debe hacerse en cada ámbito donde corresponda legislar, y Cataluña tiene las competencias legales para hacerlo, de modo que puede convertirse en uno más de los países que prohiben las corridas de toros en plaza con muerte del animal. Si este debate se hace de manera pacífica y dialogada con argumentos -como corresponde- muchos otros países pueden sentirse interpelados a establecer regulaciones similares. También en algunas comunidades autónomas se puede dar el debate aunque se presenta más difícil. Pueden ver la web de la plataforma Perú antitaurino y también la noticia Un diputado de IU quiere debatir sobre la prohibición de las corridas de toros en la Asamblea de Madrid.

El debate nos sirve para hacer algunas reflexiones metodológicas sobre la RSE

En primer lugar, lo que manifiestan los grupos de interés más activos o que presionan más a las organizaciones no implica que tengan la razón. En el caso de la empresa suele ser más fácil la gestión de los grupos de interés ya que se trata de un diálogo bilateral, mientras que en el caso del sector público las administraciones se encuentran con una gran cantidad de grupos de interés que aportan puntos de vista y criterios divergentes y opuestos. El caso de los toros sería un magnífico ejemplo de tema de difícil resolución en el que convendría analizar a la luz de convenios internacionales y con la aportación de puntos de vista expertos. Veamos una declaración sobre a noticia que ya hemos indicado:
En la Asamblea de Madrid, un diputado de IU ha manifestado que su grupo parlamentario presentará en la Cámara una proposición no de ley (PNL) "para que se prohíban las corridas de toros en la Comunidad de Madrid" El portavoz popular ha acusado IU de "vivir de espaldas" a la realidad en relación con su apoyo a la prohibición de las corridas de toros.
Los argumentos de "vivir de espaldas a la realidad" serían perfectamente trasladables a lo que podían decir los partidarios de la esclavitud ante las proclamas incipientes de los abolicionistas. Precisamente uno de los grandes problemas de la política es la comodidad de no tomar decisiones y encontrar la manera de representar de manera precisa lo que piensa la mayoría más determinante. Esta manera de proceder parece orientada a mantener el poder.

Otros posteos relacionados:  Toros sí, gatos no! Curiosidades de la justicia

    PD: Escribe Josep Maria Espinàs en el Periódico: No me gustan las corridas. No porque sea catalanista, como dicen algunos que olvidan –como explica un lector de este diario, Pau Pérez– que en Canarias ya fueron prohibidas. Pero aunque me gustaran, me parecería razonable que estos espectáculos fueran suspendidos. Porque no es agradable ver cómo se mata un animal en público y, sobre todo, ver cómo centenares de personas pagan por disfrutar contemplando la muerte violenta de este animal. [...] La llamada fiesta de los toros ha ido evolucionando. Hace 150 años, en la plaza también se soltaban perros. Y el lector ya puede imaginarse lo que ocurría. Durante bastante tiempo, los caballos de los picadores no llevaban protección, y los cuernos los destrozaban. Quizá se acerca la hora de las fiestas públicas desbrutalizadas. No se trata de una manía de los catalanistas. El famoso Lope de Vega, castellano, escribió siglos atrás: «...que esta fiesta bruta / solo ha quedado en España / y no hay nación que una cosa / tan fiera y tan inhumana / si no es España, consienta».