21.7.09

¿Alguien se atreve ahora a decir que en un ayuntamiento no es necesario un Código Ético?

  • La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, asegura que "todos los políticos reciben regalos"
Tras ser salpicada por el 'caso Gürtel', la polémica alcaldesa reacciona con esta afirmación que supone una acusación general del sector político. Además, para convertir la situación en un reproche partidista, ha añadido que "los del presidente del Gobierno deben ser más grandes y caros que los de la alcaldesa".

Al preguntarle sobre si ha recibido regalos, como supuestamente se le imputa en informaciones aparecidas el pasado fin de semana, Barberá ha sido tajante: "Todos los políticos de este país, desde el primer hasta el último, reciben regalos", ha aseverado.

Sería bueno saber si esta afirmación, más allá del interés partidista y lanzar balones fuera, tiene una base real, y si es aceptada con normalidad por otras personas del mundo de la política y el sector público.

Las empresas están regulando estas conductas y poniendo límites a la aceptación de regalos, dejando claro que el buen gobierno corporativo implica que la política de compras no se puede ver influida por los regalos que pueda recibir el jefe de compras, por ejemplo.

Algunas empresas, en el marco de su RSE, están formalizando códigos éticos o de conducta para regular este tipo de situaciones y otros habituales en la relación entre la empresa y sus partprenents o grupos de interés -

Si lo están haciendo las empresas (algunas), ¿no deberían hacerlo aún más las administraciones públicas (todas)? Recordemos que el presidente Zapatero afirmó que en todos los ayuntamientos dónde gobierna su partido, como mínimo las empresas públicas y organismos autónomos dispondrían final de este mandato de un código ético, memoria de sostenibilidad y cláusulas sociales. Pues, estamos en el ecuador del mandato y no consta que nadie haya recibido ninguna instrucción precisa...

Nos gustaría conocer si hay algún ayuntamiento u organismo público donde se haya implantado un código ético que regule situaciones como la de los regalos (entre otras muchas). Sería un placer saludar la iniciativa, especialmente si respondiera a un compromiso claro, explícito y liderato.

Las palabras de la alcaldesa Barberà podrían ser un revulsivo para dar un paso adelante aquellos que no acepten regalos o que, en adelante, quieran regular de manera más transparente y ética esta conducta.

PD: Sánchez-Camacho, presidenta del PP en Cataluña ha propuesto "que se regulen y cuantifiquen los regalos que reciben los políticos". Suscribimos la propuesta. A la vez que un código ético debería establecer unos importes máximos.