23.2.08

Moratoria a hablar sobre que es la Responsabilidad Social

Durante esta semana que acabamos ha tenido lugar un acontecimiento interesante. Cada año, y ya van tres, la editorial Media Responsable, liderada con éxito por Marcos González, presenta el anuario de la RSE. Después de toda una mañana escuchando muchas aportaciones, algunas muy interesantes y otros más fruto de la necesidad de colocar a todos los que pagan, tocó la hora del debate con expertos.

Quizás por el hecho de ser el último, Josep Maria Lozano lanzó una invectiva con simpatía pero cargada de razón y de sentido: "ya llevamos suficiente tiempo hablando de RSE y quizás sería conveniente establecer una moratoria para prohibirlo durante al menos un año." No es un pronunciamiento nuevo ya que hace un par de meses, en un acto en Girona organizado por Intermón-Oxfam defendió que tenemos que hablar menos responsabilidad social y más de competitividad.

¿Qué está sucediendo? Pues pasa que desde hace cinco o seis años se vienen desarrollando una gran multitud de actos y jornadas sobre la responsabilidad social. El año 2004 fue el momento en que hubo una concentración mayor, y desde aquel momento quizás ha ido disminuyendo de manera razonable hasta un número aceptable. Pero a menudo no se aprecia una evolución en los enfoques y todavía estamos hablando de qué es la Responsabilidad Social, por que se tiene que llevar a cabo, etc. Y eso cansa, especialmente si los públicos son, más o menos, los mismos.

Hay momentos en que se deben producir inflexiones, evoluciones, desarrollos ... Por ejemplo, cuándo el año pasado Telefónica publicó su memoria de RSE con unos cuantos centenares de páginas ya se veía venir que aquello sería la bomba que haría replantear algunas cosas: estamos entrando en un replanteamiento sobre las ediciones en papel de las memorias, repensarlas para la web, orientarlas diferenciadamente a cada parte interesada, etc.

También con respecto a las comisiones de RSE ahora se puede producir una inflación, pero ésta no molesta tanto porque tiene que haber espacio para todo el mundo y es bueno que todos los diversos agentes quieran disponer de grupos de trabajo sobre la RSE. El problema es ir coincidiendo en diferentes comisiones y sobre todo no tratar de generar complementariedades y sinergias.

Y también en las jornadas tenemos que hacer un pensamiento. Se deben ir convocando, sin duda. Y algunas deberán tener un carácter básico, sin duda, y sobre todo si pretenden captar nuevos públicos. Pero tenemos que dejar de poner tanta mirada en la divulgación y sensibilización para pasar a la acción y al desarrollo.

Después de los tres años de reflexión y consenso a que nos han llevado las "tres patas" de la iniciativa estatal, todavía con más motivo hay que dar por superada una etapa. Quizás por ello nos agota hablar ahora del Consejo Estatal de RSE. Y ya hemos dicho que no somos especialmente críticos (excepto en su dependencia ministerial). El problema es de agotamiento: el consejo ya hace meses que se tendría que haber creado. Y si se crea ahora no puede ser que parezca la panacea o parezca el resultado casi único o central de todo este largo proceso.

Ahora toca trabajar en iniciativas concretas. Toca ejercitar el diálogo y la transparencia. Toca coordinar acciones. Nos gustaría que vayan aumentando las jornadas donde se nos presenten experiencias concretas, seleccionadas de acuerdo con un gran interés, presentadas de forma multilateral, presentadas también con los elementos críticos ... Nos gustaría también ver cómo vamos innovando, incorporando ideas nuevas, como generamos espacios de creatividad, de desarrollo.

Desde Responsabilitat Global, también sujetos a las mismas críticas y reflexiones, intentamos modestamente ejercer nuestra responsabilidad social destinando una parte de nuestro esfuerzo a innovar, a desarrollar la RS ... Por ejemplo en enfoques como la RSA (de las administraciones públicas), RSO (de las organizaciones no lucrativas), RSU (de las Universidades), TSR (Territorios Socialmente Responsables), responsabilidad social de los comercios, RSE en aspectos lingüísticos, y un largo etcétera. Y intentamos hacer tareas de sensibilización sobre estos enfoques. Por ello nos concebimos como un think tank o laboratorio de ideas. Es nuestra manera de contribuir a reorientar el debate público y las líneas de progreso de la RSE.