14.8.07

Igualdad de Oportunidades

La gran desigualdad existente en Chile demuestra que éste no es exactamente el país de la igualdad de oportunidades. No lo es para las mujeres, en un país que aunque tiene su primera presidenta, está justo empezando a introducir medidas que faciliten la equidad. Pero menos lo es para los diferentes estratos de la sociedad.

Los niveles sociales, desde los A para los más ricos hasta los D i E para los más pobres, no tienen una mobilidad suficiente. Aquello que en Europa conocemos como el ascensor social y que tantos buenos resultados ha dado en Catalunya para la integración y la cohesión social (quizá es lo que mejor nos ha funcionado en medio de otras mediocridades) en Chile no ha funcionado aunque en los discursos enfatizan los modelos meritocràtics.

Hablan de una meritocràcia en todo caso limitada a las clases superiores como hace evidente un dato duro: sólo el 3% de las personas que acceden en la escuela primaria pública llegarán a la universidad.

Por Santiago y en todo Chile hay un número elevadísimo de universidades. En cada esquina encuentras alguna, diferentes universidades o múltiples centros de cada una. Alguien me indicó que elegir los estudios y la universidad donde los quieres cursar es una decisión fundamental en la vida.

No obstante, la decisión verdaderamente fundamental y que te marcará para toda la vida si vives en Chile es si matriculas tu hijo o hija en una escuela pública o privada. Dicho con toda la crudeza: si con la limitación de tus recursos condenas tu descendencia a seguir en un cerco de pobreza sin posibilidad de ascender profesionalmente y socialmente.