10.3.13

Reflexión en torno a unas esclavas de Mango

Estos días se ha producido una denuncia pública a una empresa por el uso de una palabra ofensiva. Nos parece un caso interesante para analizar. 

Los hechos: Mango se ve inmersa en una polémica por describir unos collares como de "estilo esclava" . La empresa Mango ha visto este lunes inmersa en el centro de una inesperada polémica tras haber designado varias piezas de joyería en su web en francès con el nombre de "estilo esclava". El nombre elegido para designar las piezas, argollas y collares ha causado indignación en las redes y ha acabado generando que un grupo de actrices francesas haya abierto una petición en internet que, bajo el nombre de 'La esclavitud no es una moda', ha recibido ya más de 8.000 adhesiones: Mango doit retirer sa gamme de bijoux " style esclave " - cc @Mango #BijouxStyleEsclave. Petition byAïssa Maïga, Sonia Rolland, Rokhaya Diallo. Paris, France.



La reacción de la empresa ha sido inmediata: al ver la controversia que se ha levantado, la empresa de moda ha retirado la polémica descripción y aseguró que se trata de un problema de traducción. Ciertamente, en catalán, como en castellano, una esclava es una argolla de oro o de plata que se lleva en la muñeca o en el tobillo. Al describir los collares como de "estilo esclava", la firma no hacía más que seguir la denominación habitual en nuestro país. El problema es que, una vez traducido, el efecto es muy diferente. En inglés el nombre de esclava no se vincula a ninguna joya, sino que tiene un sentido literal. Esto ha generado la confusión. Aunque Mango ha retirado el nombre en inglés, desde las redes se ha pedido que la compañía haga públicas sus disculpas. En su cuenta de Twitter , la compañía ha pedido disculpas "por un error de traducción. Los servicios encargados ya han sido informados y haremos la corrección de forma inmediata".

Efectivamente, el diccionario indica lo siguiente: esclava 4 f Joi Argolla de oro, de plata o de otro metal que se lleva en la muñeca o en el tobillo.  

Dicen las denunciantes: Más allá del uso aceptado de un término en un país, tenemos el derecho de preguntarnos sobre su etimología y destacar sus connotaciones negativas en otros países;  si el lugar italiano de la marca Mango utiliza la misma traducción ("bracciale Schio"), observamos que los sitios anglosajones de la marca destinados a  países donde el conocimiento de la historia de la esclavitud es más fuerte uti utiliza la traducción "woven bracelet" (pulsera tejida). También nos parece importante señalar que el Union Française de la Bijouterie, Joaillerie, Orfèvrerie, des Pierres & des Perles (UFBJOP) confirma el uso de la palabra "esclava" para designar una gourmette, pero no su uso en francés. 

No diré que no encuentre acertada la preocupación de las denunciantes, pero considero que hace falta hacer alguna reflexión.
  1. Me parece que antes de lanzar una campaña hay que establecer un proceso de diálogo. Es muy fácil conseguir firmas en un tema como este y es muy fácil jugar a ser demagogo. ¿Es responsable manchar la imagen de una empresa que puede haber cometido un error pero que puede estar dispuesta a repararlo de inmediato? Cuando hablamos de responsabilidad social hablamos de la responsabilidad de todas las partes ante los demás grupos de interés, y cada vez más hablamos de cómo crear valor en cada acción. Los denunciantes también deberíamos valorar cómo podemos hacerlo de la manera más responsable, asegurando el mejor beneficio para todos.
  2. Evidentemente es diferente si una persona hace un tuit o incluso un artículo de queja ante una mala práctica que observa. Lo que estoy criticando es que se pueda hacer una campaña sin antes haber contrastado la información y el posicionamiento de la empresa. Y sobre todo si detrás hay gente de un cierto nivel u organizaciones que tienen un interés en la materia. Por ejemplo, una de las impulsoras, Rokhaya Diallo (@ RokhayaDiallo) es la fundadora y ex presidenta de Les Indivisibles, una organización francesa que se vale del humor y la ironía para luchar contra el racismo y los estereotipos;  Sonia Rolland (@ SoniaRolland) es una actriz francesa que fue Miss France (2000), y Aissa Maiga (@ AissaMaiga) es una actriz francesa de origen senegalés.
  3. Pero no me preocupa sólo la reputación de la empresa ya que si realmente hace acto de enmienda incluso puede salir beneficiada en la medida que muestra su capacidad de escucha y reacción. Me preocupa que pueda haber personas que usen las denuncias públicas como plataforma para sus intereses, para construir su imagen, para posicionarse públicamente. Y me preocupa porque puede generar ruido comunicativo respecto a las campañas que realmente son importantes. Y me preocupa porque puede llegar a usarse como plataforma personal como si por ejemplo un director de una entidad ecologista provocara su encarcelamiento cuando ya tuviera decidido que quiere crear un partido político [+].
  4. Si finalmente hay un problema lingüístico en el sentido de que la lengua catalana y, como mínimo, la castellana, disponen de la palabra esclava para designar una pieza de joyería, es evidente que el problema no es de la empresa sino de la lengua. Esto no quita que la empresa, como la sociedad en general, no pueda avanzarse en sensibilidad a lo que los diccionarios son más lentos para recoger. Son muchas las palabras y expresiones que encontramos en la lengua que responden a otra sensibilidad que hoy nos resulta antigua. Es de agradecer que las empresas se avengan a ser creativas y encontrar fórmulas alternativas, pero el problema no es de ninguna empresa en particular.
  5. Hay que ir abordando estas palabras, sin duda, pero sabiendo que cambiando las palabras no cambiaremos la realidad, y que no podemos hacer de ello un caballo de batalla en términos radicales. Cambiar expresiones de una lengua forma parte de debates académicos, y sobre todo sociales para hacerlos reales más que oficiales. Quiero decir que a menudo existe el riesgo de que se dé una visión mágica sobre la capacidad de las palabras de cambiar el mundo, como ha sucedido en nuestro país en un tiempo con el lenguaje de género, que provocó una alineación entre expertos y gestores públicos que alimentó un cierto fanatismo que podía llegar a denegar subvenciones si se había colado una expresión sexista en la solicitud.
  6. Las activistas piden que se vaya a la etimología de las palabras. Y aquí ¡no saben la caja de pandora que abren! Si hemos de revisar las palabras yendo a su origen, resulta que lo que deberíamos cambiar no es el uso de esclava para designar una joya sino el uso de esclavo para designar una persona privada de libertad, porque resulta que esclavo procede de eslavo, de cuando los eslavos eran un pueblo esclavizado a menudo por germánicos, bizantinos y venecianos. Comprenderéis que usar esta palabra puede ser ofensivo para los actuales eslavos, ¿no? De la misma manera que el adjetivo lésbico lo puede ser para los actuales habitantes de la isla de Lesbos y así se han quejado.
  7. Si se trata de un error de traducción, las actrices francesas ya deberían dar por cerrado el tema. A ver si más que a una empresa, a quien se deberá de criticar es a las actrices para creer en la superioridad cultural y lingüística. Y no digo una boutade. Además, en este asunto, no me toca defenderme de nada, e incluso veo razonable su motivación. Pero en la manera de hacer y de decir las cosas no es extraño captar una cierta superioridad, unas ganas de dar lecciones avant-la-lettre. Utilizan palabras gruesas antes de conocer qué ha sucedido exactamente. Y saludan las excusas de la empresa como una toma de conciencia gracias a su campaña. Me parece un poco presuntuoso. Parece que lo que les preocupa es que sea la traducción al francés la que haya cometido este error, ya que no ha sido así en países que recuerdan mejor la esclavitud (vienen a decir que tienen mayores responsabilidades) mientras que creo que aceptan que en países del Sur de Europa los diccionarios lo reconocen.
  8. En este mismo sentido, me sobra la declaración chovinista según la cual estos hechos aún deben ser más graves en Francia: Notamment dans un pays, la France, qui peut s’enorgueillir d’avoir adopté une loi en 2001 reconnaissant la traite négrière et l’esclavage comme crime contre l’humanité. ¿Acaso les habría que recordar cómo trata su amado país a los ciudadanos que tienen una lengua propia diferente de la francesa, como los catalanes o los vascos? Incumplen las convenciones internacionales y no tienen ningún respeto por los derechos de las minorías que aún sobreviven los pueblos que han intentado exterminar en los últimos siglos y aún hoy. ¿Saben que durante años los ayuntamientos catalanes del sur han tenido que hacer cooperación internacional destinada a Francia para apoyar a los padres que querían escolarizar a sus hijos en la lengua catalana propia del país? Este hecho que está pasando ahora mismo y que afecta de verdad a los derechos humanos, no preocupa a estas actrices?
  9. Y por cierto, una curiosidad... ¿estas actrices conservan su apellido o lo han cambiado por su marido al casarse? Porque ya sería grueso que se fijaran en una palabra y no atendieran una práctica discriminatoria e indigna que se practica en países del Norte todavía en el siglo XXI. Sería interesante preguntarles esto porque más que palabras, aquí ya encontramos una práctica ciertamente discriminatoria, que se da en Europa, que culturalmente está aceptada, y que supone un cambio en la propia identidad de las personas. Con motivo del Día de la Mujer del 2008 hice este artículo que ahora recupero : [es] ¿Hillary Clinton...? Luego ¡Bill Rodham! / [ca] Hillary Clinton...? Doncs Bill Rodham!