10.3.06

RSE en contextos difíciles

América Latina está en camino de reducir su vulnerabilidad macroeconómica y su fragilidad políticosocial. No siempre nos es fácil desarrollar confianza tras unos periodos tan turbulentos y bajo liderazgos nefastos. Y hoy por hoy, si tuviéramos que escoger un país que reúna las condiciones propias para merecer la confianza de los agentes exteriores seguramente sería Chile con su carácter emprendedor y serio, pese a las siempre profundas diferencias sociales.

Pero otros países están en el camino de la recuperación. Ni que aún sea recobrando la esperanza más que no con grandes adelantos reales. Pero a sabiendas de que en el camino del desarrollo, el capital social o capital confianza puede actuar como una palanca de potencial muy relevante, especialmente en aquellos países que la naturaleza los ha hecho ricos pero donde la violencia y la corrupción les ha negado capacidad de desarrollo y cohesión social. Colombia es bien seguro uno de estos países riquísimos dónde solamente la incapacidad sistémica de resolver los propios conflictos es capaz de crear un estado tal de pérdida de oportunidades. Aun así algo está cambiando en los últimos tiempos en este país andino y caribeño.

Paseando por la Comuna 1 y 2 de Medellín, podemos vivir la rápida evolución hacia la normalidad en unas zonas que hace apenas cinco años eran cualificados por el Newsweek como los barrios más peligrosos del mundo. Hoy, muchos lugares se han normalizado gracias al cese parcial de las hostilidades, la desmovilización creciente, y las actuaciones públicas en unos espacios no sólo olvidados sino que guerrilleros y paramilitares habían asumido de facto plenamente las funciones del Estado. La normalidad entendida como ausencia de conflicto está volviendo, y pese a que la pobreza continúa afectando al 60% de la población, también aumenta la esperanza de paz, entendida como estado de armonía dónde además disminuye la vulnerabilidad de la población, aumenta el desarrollo social y humano en un contexto de democracia crecientemente participativa y real.

La aparición de nuevos movimientos sociales que empiezan a tener representación en el mundo de la política es un vector de cambio real en la medida que rompen no solamente un bipartidismo sino un reparto del poder entre fuerzas débilmente ideologizadas y en cambio muy dadas a los intereses particulares y grupales. Los nuevos rostros, como Sergio Fajardo, el alcalde de Medellín, y todo su equipo, no solamente hacen una defensa de un modelo integrador de los ciudadanos en la política por medio de un fuerte énfasis en la participación, sino que reiteran su orgullo de su origen de fuera de la política, de fuera de los partidos tradicionales. Vienen de la empresa, de la universidad, de la sociedad civil, y se ven a si mismos como trabajadores, honestos, eficaces. Y muestran grandes expectativas y esperanzas, y seguramente las transmiten ante mucha gente que había sucumbido en el escepticismo y el fatalismo.

Quizás sea por esta opción (por una manera diferente de hacer política, tanto en las finalidades orientadas al cambio, a la justicia social, desarrollo económico, como en los medios, las metodologías participativas, la implicación de las partes y el trabajo para el compromiso) que muestran una gran convicción en la Responsabilidad Social tanto de las Empresas como de todas las otras partes. En Antioquia, el departamento más activo desde el punto de vista económico y del carácter emprendedor de las personas, este vector de desarrollo sostenible se percibe más diáfano. Este territorio, que tiene por capital Medellín, fue capaz de definir su Visión como territorio aspirando a ser una de las “mejores esquinas” de América y tiene incorporado en sus maneras de hacer el diálogo entre las partes, los criterios de governanza y el enfoque de la Responsabilidad Social. La constatación de que el poder público debe ejercer sus funciones y recuperar el espacio público junto al compromiso del mundo empresarial y la sociedad civil favorecen que Colombia trabaje en su Responsabilidad Social.

Josep Maria Canyelles
Promotor Responsabilitat Global
Marzo 2006